Familias todavía rechazan desalojar la zona.

El presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, informó que para llevar a cabo un derrumbe controlado en la zona de riesgo conocida como Los Pilares, al sur de la capital, requieren al menos 100 millones de pesos.

A un año de que se registró el desprendimiento de un talud, el alcalde manifestó que a pesar del riesgo hay familias que se resisten a dejar sus viviendas, aunque aún hay peligro de desprendimientos.

Recordó que para ejecutar cualquier trabajo para garantizar la seguridad en la zona se requiere remover al menos 400 tumbas del panteón municipal Jardines de la Paz, además de la inversión que se necesita para llevar a cabo un derrumbe controlado y ejecutar las acciones que los profesionales han sugerido para esa zona. 

Urióstegui Salgado señaló que se tienen avances con los proyectos para contener el paredón de esta zona, el cual al derrumbarse terminó con el patrimonio de varias familias y dejó dos mujeres de 43 y 17 años de edad sin vida.

Recalcó que por ello están pidiendo el apoyo de los ingenieros y arquitectos para poder ser guiados y realizar algunas obras que pudieran salvaguardar la integridad de las familias que aún viven en el lugar, las cuales ya fueron notificadas y no se quieren retirar de este espacio.  “Vamos a seguir hasta que tengamos una solución definitiva”, dijo.