Miles de mujeres marcharon en Cuernavaca y otras ciudades; en la capital re apareció el “bloque negro”, pero el gobierno señala que los daños causados por las radicales “fueron mínimos”.
Miles de mujeres marcharon en Cuernavaca este 8 de marzo para clamar por seguridad y justicia y protestar por la violencia de género en particular por los feminicidios, que según diferentes organizaciones sociales ya suman 20 en lo que va de este año.
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “la policía no me cuida me cuidan mis amigas”, “Justicia, justicia”, “porque vivas se las llevaron, vivas las queremos”, “las niñas no se tocan, no se violan, no se matan”, “hermana escucha, tu madre está en la lucha”, “soy la madre de la niña que violaron en el curso de verano y la fiscalía no hace nada”, “nos queremos libres, seguras, vivas”, fueron algunas de las consignas que resonaron en el recorrido que inició en la glorieta del Niño Artillero de la colonia Las Palmas, siguió por la avenida Morelos hasta la calle Hidalgo, para luego continuar por Leyva, frente a la sede del Poder Judicial y concluir en el zócalo de la ciudad.
La columna llena de colores negro, morado y verde, ya identificados con el feminismo, estuvo integrada por varios grupos, entre ellos el de víctimas que portaban pancartas y lonas con imágenes de sus familiares desaparecidos y desaparecidas o que han sido asesinadas. Entre llanto, gritos y voces desgarradoras exigieron una investigación eficaz por parte de las autoridades y condenaron la complicidad por omisión del Estado.
Mujeres de todas las edades, niños y niñas en carriolas o en brazos, adultas mayores y hasta mascotas avanzaron para exigir justicia y un alto a las violencias como el abuso sexual, el acoso laboral, callejero, la inequidad laboral y demás derechos que han sido negados.
Las manifestantes recordaban que en México siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia, y en el país cada día alrededor de once mujeres son asesinadas.
“Señor, señora, no sea indiferente se mata a las mujeres en la cara de la gente”, gritaban algunas, en tanto que otras bailaban y saltaban para expresar su furia por las múltiples historias de violencia que se contaban entre ellas, mientras caminaban.
La mayor parte de la marcha se desarrolló sin incidentes, y sólo algunas jóvenes realizaron pintas en algunas bardas, en muros de la catedral de Cuernavaca y en algunos portones.
La primera parada se realizó en la sede del Poder Judicial, donde fue colocado momentáneamente un féretro con nombres de víctimas de feminicidio y se mostraron lonas de mujeres que denuncian violencia vicaria. Nuevamente hubo pintas en las tablas con las que se amurallaron las instalaciones desde horas antes de la movilización.
El río de mujeres ingresó a la plaza de Cuernavaca. “Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer”, cantaban mientras que otras se tomaban fotografías y otras más se sentaban en la explanada agotadas por el abrazador calor.
De repente, el contingente pacífico se abrió y por el centro de la plancha irrumpió el llamado “bloque negro”, que directamente se lanzó a la fachada del palacio de gobierno. Sólo algunas de las manifestantes de dicho grupo realizaron pintas y rompieron algunos cristales, mientras que otras lanzaban humo.
En el templete, las voceras de las organizaciones convocantes dieron lectura a su pronunciamiento. Recodaron que en Morelos suman mil 428 feminicidios registrados durante el periodo del 2000 al 2023, siendo este último año el más violento para las mujeres con 125 feminicidios, con lo que se puede identificar el incremento de este delito en comparación al 2022, cuando se registraron 107, según datos de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos.
Señalaron que en esta misma línea se encuentran los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad en Morelos que en su informe muestra que se cometieron 44 feminicidios en el periodo de enero a diciembre de 2023, lo que coloca a Morelos en el segundo lugar en este delito por cada 100 mil mujeres y en el sexto lugar con mayor número de feminicidios a nivel nacional.
Destacaron que de los 44 feminicidios mencionados, cinco han sido perpetrados contra niñas de entre cero y 17 años, lo que deja en evidencia que las adolescentes y niñas enfrentan violencia en todos los espacios en los que se desarrollan y que esta violencia, en la mayoría de los casos, proviene tanto de familiares como de personas desconocidas.
Recalcaron que la Colectiva Divulvadoras ha contabilizado 20 feminicidios en el primer trimestre del 2024.
“Las cifras dejan constancia que ninguna nos encontramos a salvo, el estado de indefensión en el que nos han colocado en este territorio es de extrema urgencia. Las mujeres trans, nuestras compañeras, se encuentran en esta misma situación, son siete los transfeminicidios registrados por los colectivos defensores de la comunidad LGBTQIA+ durante el 2023” anota su documento.
Destacaron los casos de feminicidio de la activista María Fernanda Rejón Molina y el de Ariadna Fernanda López “que dejó al descubierto la podredumbre del sistema de justicia en el estado de Morelos.
Las agrupaciones convocantes exigieron “que el Ejecutivo asuma su responsabilidad y genere esfuerzos transversales para proteger la vida de las mujeres, niñas, trabajadoras sexuales y mujeres trans que vivimos en Morelos, es urgente fortalecer las políticas de prevención y atención desde la perspectiva de género y enfoque de derechos humanos.
Exigieron al Poder Judicial que el personal encargado de la impartición de justicia se encuentre debidamente capacitado y sensibilizado en temas de derechos humanos de las mujeres, interseccionalidad e interculturalidad.
A la Fiscalía General del Estado de Morelos le plantearon que dé a conocer y se cumpla con los mecanismos para consolidar al interior de esta institución una política de seguridad humana que garantice procesos de intervención efectiva frente a hechos violentos contra las mujeres, así como la investigación ágil, oportuna y eficiente en particular en los casos de violencia feminicida, sexual, secuestro y desapariciones forzadas de mujeres”.
También se dirigieron a las y los candidatos para reclamar que “el ejercicio de su política sea revolucionario, antirracista, antipatriarcal y escuchando las exigencias de la diversidad de mujeres y de los movimientos feministas”
Finalmente, el micrófono se abrió y entre algunos cantos se escucharon múltiples testimonios y denuncias de las mujeres que han sido víctimas de violencia, mientras las demás les arropaban al grito de “¡no estás sola!”.
Un ataúd en la sede del Poder Judicial representaba a las víctimas de violencia.
Crédito: Silvia Lozano
Mujeres de todas las edades participaron en la marcha.
Crédito: Tony Rivera
Hubo denuncias y reivindicaciones.
Crédito: Tony Rivera
El “bloque negro” hizo acto de presencia.
Crédito: Silvia Lozano
Huellas del vandalismo cometido por algunas de las manifestantes.