Niños y niñas en edad escolar de nivel básico son el principal objetivo a atender, por lo que en coordinación con los Ayuntamientos municipales y las Secretarías citadas se definirán acciones estratégicas para alejar la venta de alimentos no nutritivos de las escuelas.
El Acuerdo Estatal para la Salud Alimentaria se firmó este jueves 18 de agosto en el marco de la Primera Sesión del Consejo Estatal de Salud del 2011, realizado en el Salón Matamoros del Palacio de Gobierno.
Víctor Caballero Solano, secretario de Salud en Morelos, resaltó la importancia de que los morelenses ya asocien a la obesidad como un problema de salud pública y tomen en cuenta que un niño pequeño con obesidad no es un niño sano.
“El combate al sobrepeso y la obesidad no tiene que ver con imagen corporal ni que los morelenses nos veamos más esbeltos o mejor presentados; el objetivo es la salud. La obesidad es la puerta de entrada a la hipertensión arterial, la diabetes, a problemas cardiovasculares. Por eso, es importante cerrar esa puerta”, expresó Caballero Solano.
Al respecto, el secretario de Educación, Alejandro Pacheco Gómez, comentó que, por instrucciones del gobernador Marco Adame Castillo, a partir del ciclo escolar 2011-2012 los alumnos de nivel básico recibirán mayor información sobre una mejor cultura alimentaria.
Agregó que con el acuerdo se va a potenciar todos los recursos que nos permitan lograr mejoras en los sistemas de educación y salud.
Caballero Solano y Pacheco Gómez coincidieron en que los desafíos que encara el México de hoy en sobrepeso y obesidad son de gran magnitud y complejidad, y para enfrentarlos, se debe desarrollar y fortalecer una nueva cultura de la salud en una colaboración interinstitucional e intersectorial.
“La escuela es el espacio por excelencia donde los ciudadanos adquieren habilidades y competencias para la vida. Resulta fundamental generar las condiciones que faciliten una alimentación correcta y la práctica regular de la actividad física”, expresó Alejandro Pacheco.
Por último, se hizo un llamado a los padres de familia a proveer de una alimentación completa a sus hijos, con frutas, verduras, granos, carne, leche y las grasas necesarias.