Entrevistada al finalizar el acto de inauguración de la Unidad de Medidas Cautelares para Adultos, sostuvo que nunca ha pretendido dividir a los magistrados y que la diversidad de opiniones o acciones es parte de la democracia que se vive en el Poder Judicial.
“División causada por su servidora, de ninguna manera, son inercias que se dan en un cuerpo colegiado derivado de la diversidad de opiniones”, dijo, al señalar que el magistrado Arenas está en su derecho de promover los recursos legales que considere convenientes por su cambio de adscripción de la primera sala en el Primer Distrito Judicial de Cuernavaca a la sala del Tercer Circuito Judicial.
Indicó que actualmente no hay lineamientos que normen los cambios de adscripción a la sala del Tercer Circuito, sin embargo, sostuvo que si la intención del magistrado inconforme es obligar a que se generen estos lineamientos, “tenemos otros conductos que podrían ser la propuesta de reforma o la propuesta de reglamentar la forma de adscripción hacia ese circuito y no propiamente el amparo. Pero finalmente es muy respetable, es su derecho y le deseamos que se resuelva lo que los tribunales consideren más apegado a derecho”.
Explicó que si bien existe un vacío jurídico respecto a los criterios para el cambio de adscripción a Cuautla, la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Morelos establece que el órgano máximo de decisión del TSJ es el pleno, cuyos integrantes por mayoría votaron a favor del cambio de adscripción del magistrado Carlos Iván Arenas a la sala del Tercer Circuito y en su lugar en la primera sala de Cuernavaca al magistrado Rubén Jasso Díaz.
“Esa fue voluntad mayoritaria y en ese sentido no hay trasgresión a su esfera jurídica”, señaló la magistrada presidenta, que consideró que no se violaron los derechos humanos ni la seguridad jurídica de su homólogo.