En el transcurso del día, aeronaves de la Policía Federal sobrevolaron la zona metropolitana del estado, mientras que en diversos puntos el Ejército realizaba operativos terrestres.
Tras ubicar una casa de seguridad en la colonia Ampliación Maravillas de la ciudad de Cuernavaca, donde presuntamente un grupo de sicarios torturaba, decapitaba o desollaba a miembros de las bandas rivales, se inició la búsqueda de otros inmuebles ocupados por la delincuencia organizada.
En el municipio de Jiutepec los elementos castrenses ingresaron a varios fraccionamientos, donde se presumía se refugiaban células criminales.
Incluso, un complejo habitacional de aproximadamente 80 viviendas habitadas por miembros de la comunidad científica e intelectual del país, fue cateado por elementos castrenses.
El investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México y analista político Sergio Aguayo Quezada, confirmó que un grupo de militares ingresó a dicho fraccionamiento -cuyo nombre reservó- y de manera muy amable explicaron a los vecinos que se trataba de un operativo para detectar en fraccionamientos casas de seguridad de miembros de organizaciones delictivas.
Morelos, campo de batalla: Aguayo
El académico y ex candidato a diputado federal por Morelos, Sergio Aguayo Quezada, dijo que el Ejército ha tomado el control del estado, pues mientras el gobierno estatal intenta minimizar el clima de violencia, las fuerzas castrenses tienen que entrar a cubrir el vacío de poder y acción de las autoridades locales.
Dijo que es lamentable que el Ejército sea la única alternativa y que los habitantes de Morelos tengan que vivir condiciones de inseguridad y violencia como ocurre en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Expresó que lo que está sucediendo en Morelos deja claro no sólo que es un campo de batalla sino que nadie sabe el tamaño y fuerza de las organizaciones criminales en disputa.