Asimismo, señaló que este tipo de acciones no solo provocan un caos vial sino que afectan la economía de los prestadores de servicios y de la capital en general.
“No podemos tapar el sol con un dedo, desafortunadamente afectan no solo al desarrollo económico del centro histórico sino de toda la ciudad, porque somos una ciudad que tiene vialidades que están entrelazadas unas con otras, aparte de que muchas de ellas son pequeñas, de ahí la magnitud de la afectación”, aseveró.
Refirió que es por este tipo de acciones que la gente prefiere no salir de sus casas y al no registrarse compras no se genera derrama económica para los prestadores de servicios.
Adame Jiménez también destacó que cuando se registra una manifestación, los visitantes que se encuentran en el centro histórico se llevan una mala impresión de la capital, y eso repercute porque en ocasiones posteriores deciden ya no regresar a Cuernavaca.
Por este motivo, hizo un llamado al Congreso del estado para que regule las marchas y plantones, y a los gobiernos en turno para que mantengan una política de puertas abiertas con quienes pudieran tener alguna inconformidad.