“Quiero decirle a la juventud que como en aquel tiempo, hay que tener valor para defender a la patria, a nuestra familia y dar un paso adelante, porque hay que tener valor, lealtad sobre todo para nuestro país, nuestra bandera, para nuestra familia, para esas personas que dejen ya la droga y tanta cosa, que se dediquen a algo por el bien de la patria, por el bien de México”, dijo Fortino González Gudiño, sargento armero, presidente de la Asociación de Veteranos de la Segunda Guerra Mundial, durante la ceremonia realizada en la escuela “Escuadrón 201”, construida en el municipio de Tepoztlán en memoria de aquellos soldados mexicanos.

En 1945, 290 soldados voluntarios viajaron al Frente de Guerra del Pacífico cuando tenían entre 20 y 22 años; hoy, son hombres de 90 y 94 años, de los cuales solamente sobreviven 19, que se sienten orgullosos de haber servido a la patria.

Los veteranos recordaron que al momento de partir, el entonces presidente de México, les preguntó si alguien necesitaba o deseaba algo. El soldado Ángel Bocanegra pidió una escuela para su pueblo, Tepoztlán, y casi de inmediato se construyó el plantel que hoy lleva  por nombre “Escuadrón 201”.

Ernesto Trujillo Martínez, sargento segundo, recuerda: “él le habló al presidente de la república, Ávila Camacho, cuando él dijo que si se les ofrecía algo a alguno de nosotros y él salió y dijo, verdad que él quería una escuela para su pueblo que en este caso es Tepoztlán y así nació esta escuela”.

De los 290 jóvenes soldados mexicanos que partieron a la misión, sólo regresaron 285, ya que cinco pilotos perdieron la vida en acciones de guerra, cuyos nombres se encuentran inscritos en las aulas de esta escuela.

El ex combatiente Luis Soto Servín, recordó que al triunfo de los países aliados regresaron a México como héroes, “de ahí salimos a la frontera con México, a donde nos recibieron maravillosamente; me conmueve porque todo México nos abrazó, esa es la satisfacción más grande de mi vida, como soldado de mi patria”.

Por su parte, el alcalde de Tepoztlán, Francisco Navarrete Conde, pidió que este evento cobre mayor relevancia en nuestro país, para recordar que los soldados mexicanos también participaron en la Segunda Guerra Mundial para proteger a la humanidad de una amenaza.