Refirió que el año pasado sólo recibieron un caso de un joven por consumo de heroína y en el actual ya suman alrededor de 12 pacientes que son adictos a esta droga, que es una de las más adictivas y que tienen mayores efectos dañinos en los consumidores. Los pacientes registraron edades que van de los 18 a los 22 años.
“Vemos que no es ocasional el consumo sino que cada vez es más común; si antes teníamos tres o un caso al año, en éste ya llevamos 12 y en chavos muy jóvenes”, abundó.
Otra de las preocupaciones es que el problema se presenta de forma creciente en escuelas, pues un mayor número de padres de familia, directores y maestros solicitan la intervención del CIJ, en su mayoría de secundarias, aunque también se han presentado algunos casos de primarias. La solicitud de apoyo de dicha institución se da tanto por consumo en estudiantes, como por la portación de drogas.
Amador Leal recordó que en Morelos no se procesan encuestas estadísticas, pero es notorio que se incrementa la petición de ayuda tanto en escuelas públicas como en particulares.
Desde el punto de vista de la especialista, es necesario que se tomen medidas como el antidoping a los alumnos antes de ingresar a las escuelas a fin de que se tome en cuenta este factor; para que si se acepta el ingreso, sea condicionado a un tratamiento, pero sobre todo como un método de detección oportuna. En la medida de que la familia hace conciencia de que alguno de los hijos consume drogas, en esa misma medida es factible detener la adicción.
Mencionó que incluso el CIJ ofrece este servicio a escuelas, con un costo que va de 300 a 500 pesos, lo que depende de las drogas que se van a identificar.