El asunto es tratado directamente por la Consejería Jurídica con el INAH e intervienen la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras, Servicios Públicos y Medio Ambiente, y la propia Secretaría a su cargo.
Sin embargo, comentó que también requieren del respaldo de las empresas telefónicas y del Gobierno del Estado.
Saucedo Tapia indicó que lo anterior se deriva de que Cuernavaca registra un crecimiento indiscriminado de casetas telefónicas, lo cual se dio durante la pasada administración sin que se otorgaran los permisos municipales correspondientes.
“Por eso estamos buscando un reordenamiento, pero también la intención del ayuntamiento es invitar a las empresas telefónicas a que se regularicen y, al mismo tiempo, aprovechar esa coyuntura para dignificar el servicio y que los quioscos estén en espacios muy determinados”, agregó.