Informó también que con este nuevo planteamiento se determinó aplicar un plan de austeridad el cual tiene que ya había sido anunciado, desde el inicio de la administración.
"Van a disminuir los gastos de operación, estamos planteando la reducción del horario, o sea, no que dejen, no trabajen ocho horas, sino que el trabajo sea continuo no discontinuo, como lo estamos haciendo ahora con el fin de reducir los gastos de electricidad, y entonces a partir de ya, los servidores públicos que trabajan en el ayuntamiento tendrán un horario de 8 a 4 de la tarde y se cerrarán las puertas, se apagarán todas las luces y lo mismo va a ocurrir con el uso de automóviles", explicó el alcalde, quien dijo que los vehículos oficiales ya no se podrán usar en fines de semana por trabajadores, como se hace actualmente.
Afirmó que con estas medidas no se impactarán los servicios públicos a favor de la ciudadanía, pese a que se suspenderá toda actividad en la tarde.
"Trabajamos las 24 horas, a todas horas se reciben llamadas, independientemente de que estemos físicamente en el lugar de trabajo, es decir, la responsabilidad del servidor público municipal no es en función de que esté en su lugar de trabajo, sino que esté atento a las peticiones ciudadanas", añadió.
Sin respuesta por parte del Congreso
Pese a la solicitud hecha personalmente por el alcalde Jorge Morales Barud, coordinadores parlamentarios afirmaron que tendrán que revisar la solicitud del ayuntamiento de Cuernavaca.
Sin embargo, la presidenta de la Mesa Directiva, Lucía Meza Guzmán, dijo que no escucharon del edil una propuesta nueva en cuanto a un plan de austeridad, por lo que tampoco podrían hablar de posibilidades de aprobar dicho crédito, aunque insistió en que la petición será revisada.
Por su parte, el presidente de la Junta Política y de Gobierno, Javier Bolaños Aguilar, dijo que será revisada la propuesta, pero coincidió en que no se escuchó un nuevo planteamiento por parte del presidente municipal.
Cabe recordar que es la tercera vez que el alcalde Jorge Morales Barud presenta una solicitud de refinanciamiento; en las primeras dos ocasiones fue rechazada, ante la carencia de un plan de austeridad que garantizara el correcto ejercicio de los recursos en el gobierno capitalino.