Así lo expresó el secretario de Desarrollo Económico estatal, Rafael Tamayo Flores, al acudir este lunes a la presentación de los resultados parciales del Censo Económico 2009, que desarrolló el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el Congreso del Estado.
Ahí expresó que como parte vertebral del establecimiento de políticas públicas orientadas al crecimiento económico y desarrollo del estado, los censos económicos permiten medir el avance económico de la entidad y con base en ello facilitar la toma de decisiones a favor de los ciudadanos.
Tamayo Flores explicó que dentro de los períodos quinquenales de cada censo económico, se permite hacer un análisis descriptivo de impacto sectorial en temas como productividad, crecimiento, localización industrial, cambios estructurales. todo ello como una herramienta para la toma de decisiones sobre programas inmersos en las políticas públicas y su efectividad en las mismas.
Destaca la exposición que hizo el coordinador estatal del INEGI, Ricardo Torres Carreto, en la que se reveló que será hasta el mes de octubre cuando se den a conocer los resultados finales de esta compilación censal, sin embargo, resaltó el hecho de que Morelos tiene resultados favorables respecto al crecimiento, en un 25% de las unidades económicas por encima del incremento nacional.
Además, por lo que respecta al personal ocupado en Morelos el crecimiento fue de 31%, mientras que a nivel nacional fue sólo de 25%, con una diferencia de 6 puntos porcentuales; mientras que el sector con mejor desempeño en Morelos fue el manufacturero, con un crecimiento de 32%.
Ricardo Torres comentó ante el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, el diputado Gabriel Haddad Giorgi y otros invitados, que de manera independiente a los resultados de este censo, durante su elaboración se generaron de manera temporal 600 plazas laborales y se distribuyeron 26 millones pesos.
Finalmente, el titular de la Sedeco, Rafael Tamayo, expresó un reconocimiento a nombre del gobierno estatal, por el trabajo y esfuerzo que desarrolla el INEGI de manera permanente, más allá de la actividad censal; así como al Congreso del Estado por atender este tema de forma puntual, y formular propuestas para su mejoría.