La audiencia que tuvo lugar en la Sala Dos, se prolongó debido a que José Flores Cañas, no habla español, sino náhuatl y fue necesaria la asistencia de una traductora para explicarle al imputado qué es lo que sucedía.
Y es que según la Unidad Especializada Contra el Secuestro, José fue detenido por la Policía Federal Preventiva el pasado 29 de agosto, cuando en una tienda de autoservicio recibía en una bolsa de papel nueve mil pesos por parte de un señor al que llamaron por teléfono para exigirle la cantidad de 200 mil pesos.
La víctima del delito explicó que en abril del 2014 fue secuestrado y llevado a una casa de seguridad, y que fue liberado porque su familia pagó el rescate, pero durante su cautiverio un sujeto que se identificó como Salvador, le dijo que posteriormente lo buscaría porque el dinero que le entregó su familia era muy poco.
El ministerio público del caso explicó que cuatro meses después el secuestrado recibió al menos siete mensajes de texto a su teléfono celular en donde le decían que reuniera por lo menos 200 mil pesos, porque si no lo hacía matarían a cualquiera de sus dos hijos.
“Si no nos das el dinero te buscaremos en la Carolina o en Lomas de Cortés, y tu sabes que estamos bien organizados”, señalaba uno de los mensajes que obligaron al afectado a solicitar el auxilio de la Policía Federal Preventiva.
El 29 de agosto la víctima llegó al “Oxxo”, ubicado afuera del fraccionamiento Burgos, en el municipio de Temixco, cerca de las 10 de la noche y 45 minutos después llegó otro sujeto a bordo de un taxi que se acercó a él y le arrebató la bolsa de plástico diciéndole: “Ahora sí ya estamos a mano”.
Fue así como la Policía Federal Preventiva procedió a detener a José, quien fue aprehendido con los nueve mil pesos que segundos antes le acababan de entregar.
En la audiencia de este martes el ministerio público al que se asignó el caso indicó que hasta ese momento había suficientes elementos para acreditarle el hecho delictivo al detenido, sin embargo aceptó ir a un juicio abreviado que le permitiría reducir su pena de 25 a 10 años de prisión.
La audiencia fue complicada porque la traductora tenía que explicar detalladamente en qué consistía el juicio abreviado y las ventajas que obtendría si decidía declararse culpable, pero a final de cuentas José aceptó.
El juez del Primer Distrito Judicial con sede en Cuernavaca, Arturo Ampudia Amaro, dio a conocer que según el contenido del expediente judicial el ministerio público anexó 7 pruebas en contra del detenido.
-¿Si comprende lo que estamos tratando y la importancia del asunto?, preguntó el juzgador al imputado cuya respuesta fue afirmativa.
Ahí mismo el hombre fue informado que tendrá que permanecer 10 años en prisión, pero que pudo haber pasado 25, cosa que evitó por aceptar su responsabilidad en la extorsión.