Por la vía rápida, los diputados locales aprobaron una iniciativa de decreto por la que se "autoriza y confirma" la participación del estado de Morelos en el programa antes referido, y en el que otros estados también participarán de manera voluntaria.
Sin embargo, el motivo de que el Congreso del estado haya tenido que autorizar al Ejecutivo estatal su participación en este programa, es por el hecho de que al firmar este convenio con el gobierno federal, automáticamente se comprometerá por 25 años el presupuesto que en materia educativa llega a Morelos proveniente del Fondo de Aportaciones Múltiples.
De este fondo, el 46 por ciento se destina a desayunos escolares y el 54 por ciento restante a la construcción, equipamiento y rehabilitación de planteles de los niveles de educación básica.
Dentro de las justificaciones que el gobierno estatal dio para poder participar en este programa, estuvo el hecho de que el recurso que cada año llega a Morelos del FAM no es suficiente para cumplir con la demanda educativa en el estado.
Según el Ejecutivo estatal, con los recursos que recibirá por adelantado del gobierno federal, podría cumplir sin ningún problema con el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018, en el que el gobernador Graco Ramírez se comprometió a dejar aulas dignas al término de su administración.
Lo anterior, pese a que el resto de las administraciones tendrían que pagar por este adelanto, al no recibir recursos del FAM por 25 años, pues estos se irían directamente a un fideicomiso (no manejado ni por el Ejecutivo estatal ni la Federación), a fin de cubrir el adelanto de recursos antes mencionado, que se emitirían a través de Certificados de Infraestructura Escolar (CIEs).
El impacto mayor, según el dictamen aprobado ayer por los legisladores, es que ya no habría recursos para el pago de desayunos escolares, pues el "programa de mejoramiento de la Infraestructura educativa", sólo se destinaría a la construcción de obra educativa.