En la audiencia de clausura del juicio oral la Fiscalía Especializada Contra el Feminicidio y Homicidios Contra Mujeres, solicitó la pena máxima para el matrimonio, pero el tribunal impuso menos años de prisión a la mujer por considerar que ésta sólo fue copartícipe en el crimen.
El pasado martes 6 de octubre los jueces Javier Hernando Romero Ulloa, Patricia Aguirre Galván y Edie Sandoval Lome resolvieron por unanimidad que la pareja es responsable del delito de feminicidio e inhumación del cadáver, pero ese día solicitaron un receso para determinar qué pena se le otorgaría a cada uno y fue este martes 13 de octubre cuando se dio a conocer la pena, aunque el tribunal les hizo saber que la sentencia todavía puede ser apelada ante una sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE).
La juez redactora de la sentencia, Patricia Aguirre, estableció que Kenia "N" fue asesinada a golpes por su padre Gildardo Rendón, y en complicidad con la madrasta de la menor, Herminia Aguilar, la enterraron en el patio trasero de su casa, ubicada en “El Rancho Capadero” del municipio de Tepoztlán, sobre la carretera que comunica a este municipio con Cuernavaca.
El hecho ocurrió el 12 de julio del 2013, luego de que la adolescente de 16 años de edad y su hermano gemelo escaparon de su casa porque constantemente eran víctimas de violencia familiar, pero ambos fueron localizados por Gildardo en el municipio de Atlatlahucan.
Según los antecedentes de investigación que proporcionó la fiscal del caso en el juicio oral, la joven fue encadenada por su padre y después de discutir porque su hermana menor, María Bruna "N", le obsequió un jugo, éste la golpeó hasta matarla y después colocó su cadáver en una silla para tratar de ocultar el crimen.
Según la investigación, la madrastra de la menor presenció el homicidio y no hizo nada para evitarlo.
Tras colocar el cadáver en la silla, el cual tapó con una cobija, el hombre dijo a sus demás hijos que Kenia se sentía mal, que estaba descansando, y pidió que no la molestaran.
La pareja esperó a que anocheciera y que sus hijos durmieran para trasladar el cuerpo de la adolescente hasta la parte trasera de la casa en donde la enterraron de manera clandestina, para decir a los demás miembros de la familia que Kenia nuevamente había escapado.
María Bruna "N" y uno de sus hermanos fueron testigos del hecho, y al cabo de un año decidieron escapar de la casa y denunciar lo ocurrido a las autoridades, toda vez que tenían miedo por las reacciones violentas de sus padres, así que al ser llevados al DIF señalaron a las autoridades la manera en que sus padres le dieron muerte a su hermana.
Este martes 13 de octubre el tribunal de manera breve dio lectura a la sentencia por el crimen, ya que días antes los juzgadores señalaron que la Fiscalía logró demostrar con pruebas periciales y testimoniales cómo se cometió el homicidio de la joven de 16 años.