Es más, la mala actuación de la autoridad provocó que ni siquiera el sentenciado recibiera como medida cautelar la prisión preventiva, pues en un inicio fue acusado de robo simple, pero posteriormente se reclasificó como robo de automotor agravado.
“Más allá de todo, ni siquiera acudieron las víctimas del delito. Es decir, la fiscalía no se encargó de ese detalle, que era muy importante para poder acreditar el hecho delictivo”, dijo el juez en su lectura de sentencia.
Eddie Sandoval Lomé aclaró al imputado, que su exoneración no era porque su defensa hubiese demostrado su inocencia, sino porque el ministerio público no cumplió con su obligación, que era aportar pruebas para demostrar su culpabilidad.
El tribunal de Juicios Orales que decidió no votar por la responsabilidad penal del joven José Gabriel, estuvo integrado por los jueces Sandoval Lomé, Soledad Aguirre Galván y Guadalupe Arrendo García, quienes coincidieron con la lectura de la sentencia.
De hecho, el juicio de José Gabriel fue muy fácil, porque ni siquiera ofreció pruebas de descargo, debido a que fue capturado en flagrancia del delito en el municipio de Temixco en el mes de marzo, pero debido a que el ministerio público sólo llevó a declarar ante el órgano jurisdiccional a los policías aprehensores del Mando Único, es que los jueces coincidieron que no había manera de fincarle responsabilidad de tipo penal.
“No hubo prueba periciales, pues no basta las simples declaraciones de los policías para suponer que los hechos fueron como ellos lo narran y en un momento dado tenía que venir la o las víctimas del delito”, aclaró el juez.
Al término de la lectura, el juez pidió al sentenciado aprovechara esta oportunidad que le dio la vida, ya que pudo haber recibido una sentencia de más de 10 años de prisión, pero no fue así, gracias a los errores de la Fiscalía.
Finalmente, el tribunal citó a las partes, para este 26 de noviembre, para dar lectura a la sentencia de manera individualizada.