Gracias a la ineficacia de la Fiscalía Especializada Contra Robo de Automóviles, un joven de 23 años se salvó de ser condenado a por lo menos 10 años de prisión por el delito de robo agravado de automotor, cometido en marzo de este año en el municipio de Temixco.
El juez del Tribunal de Juicios Oales encargado de redactar la sentencia, Eddie Sandoval Lomé, indicó que la defensa no acreditó la inocencia del joven José Gabriel, sino más bien el ministerio público no aportó las pruebas que anunció en la etapa intermedia del procedimiento para poder fincarle responsabilidad penal.
“Es más, insisto que el error es de la Fiscalía, pues no cumplió con la carga de la prueba, ya que no trajo a declarar ni siquiera a la víctima del delito, ya que los únicos testigos que presentó fueron los agentes aprehensores y eso no basta”, señaló el juzgador.
El caso de José Gabriel no era difícil, en virtud de que fue detenido por elementos del Mando Único minutos después de cometido el robo a bordo del coche hurtado, pero no hubo quien lo señalara como la persona que robo la unidad.
El ahora absuelto desde un inicio enfrentó un juicio irregular, ya que al principio fue acusado por el fiscal por el delito de robo simple, por lo que la medida cautelar que recibió fue firmar el libro de Registros una vez por mes, pero después se reclasificó a robo calificado, aunque el joven de 23 años ya no ingreso al Penal de Atlacholoaya, pese a que la pena mínima por ese ilícito es de diez años de cárcel.
El juez Sandoval Lomé, al leer la sentencia, se dirigió al joven, al que le expresó que la vida le estaba dando otra oportunidad gracias a la ineficiencia con la que actuó la FGE, por lo que le pidió tener una buena conducta para no tener más problemas con la autoridad.
Fue entonces cuando el juez le dijo al imputado que su exoneración no era porque su defensa hubiese demostrado su inocencia, sino porque el ministerio público no cumplió con su obligación, que era aportar pruebas para demostrar su culpabilidad.
El tribunal de Juicios Orales que decidió no votar por la responsabilidad penal del joven José Gabriel estuvo integrado por los jueces, Sandoval Lomé, Soledad Aguirre Galván y Guadalupe Arrendo García, quienes coincidieron con la lectura de la sentencia.
“No hubo prueba periciales, pues no basta las simples declaraciones de los policías para suponer que los hechos fueron como ellos lo narran, y en un momento dado tenía que venir la o las víctimas del delito”, concluyó el juez.