En los próximos días serán retiradas las concesiones de los locales de la Plaza Degollado que se han mantenido cerrados durante más de cinco años y se darán facilidades a otros comerciantes que busquen emprender el comercio, luego de que Luis Brian Figueroa Fuentes, director de mercados del municipio de Cuernavaca, admitiera que alrededor del 50% de los negocios están sin funcionamiento.
Derivado de esta situación y con el ánimo de darle vida a la plaza, se trabaja en un padrón de control para revisar qué locales están cerrados, desde hace cuánto tiempo y determinar los pagos que han realizado.
Luis Figueroa indicó que en el tiempo en que se recibió la administración local, la Dirección de Mercados se percató de que alrededor del 50% de los locales de la Plaza Degollado se encuentran cerrados, por lo que se están tomando acciones para reactivar la economía en la misma.
De esta manera se implementarán procedimientos administrativos basados en la Ley de Mercados, para que la autoridad municipal recoja o cancele la cédula de empadronamiento de los locales que están cerrados y puedan hacer uso de los locales que son propiedad del municipio y que se dieron bajo concesión a particulares.
Asimismo, toda vez que se cancele la cédula de empadronamiento de los locales que llevan más de cinco años cerrados, el Ayuntamiento estará facultado para poder asignárselos a otros comerciantes que busquen emprender la actividad de venta.
Luis Brian comentó que hay locales que incluso se encuentran cerrados desde hace 15 años. “Hay locales que tienen incluso de 10 a 15 años cerrados, sin actividad, sin apertura al público. Entonces creemos que es un tiempo pertinente como para determinar que el usufructuario o el concesionario no lo va a explotar y es buen momento para entregarle esa posibilidad a un particular que de verdad quiera ejercer el comercio en Plaza Degollado”.
Recordó que esta plaza fue creada con la finalidad de evitar el ambulantaje, por lo que la entrega de estos locales a otros comerciantes podría comenzar a reducir la venta informal dentro del centro histórico.
El costo de estos locales, que se dieron bajo contrato de usufructo, fue únicamente bajo una cuota inicial de recuperación de cuatro mil pesos en diferentes abonos. Sin embargo hubo quienes nunca la pagaron y tampoco nunca abrieron el local.