El abogado y ex procurador de Morelos José Luis Urióstegui Salgado expresó su preocupación por el aumento de feminicidios y homicidios en la entidad y la ausencia de políticas públicas para prevenir y sancionar el delito. Ante ello, pronosticó una degradación de la seguridad pública en lo que resta de la administración estatal.
Tras sumar 17 homicidios de abogados en los últimos tres años, casi 250 homicidios violentos en el primer semestre de 2016 (aunque de acuerdo con el recuento de La Unión de Morelos, en los primeros seis meses del año hubo al menos de 283 muertes violentas) y decenas de feminicidios, señaló que la realidad contrasta con el discurso oficial.
Urióstegui Salgado dijo que una situación preocupante es el aumento de asesinatos de mujeres, cuyos crímenes son cometidos cada vez con mayor crueldad, como el ocurrido el pasado lunes 27 de junio en la colonia Plan de Ayala de Cuernavaca, donde fueron privadas de la vida una mujer con 38 semanas de gestación y su hija de cinco años.
“Ha habido una serie de homicidios en contra de mujeres en donde no se está teniendo compasión de ellas, del producto que llevan en su interior. Hay una pérdida de valores total de quienes incurren en estas conductas y no hay estudios del Estado para ver por qué está ocurriendo y generar políticas públicas para impedirlo, lo que me parece más grave aún”, afirmó.
Señaló que el gobierno de Morelos carece de una política criminológica que permita estudiar el comportamiento social e implementar medidas de prevención, contención y sanción contra los delincuentes y estrategias que ayuden a regenerar el tejido social.
El abogado sostuvo que pese a la insistencia de la sociedad civil por participar y aportar a las políticas públicas en materia de seguridad, prevalece la cerrazón del gobierno estatal y una falta de interés de escuchar opciones que provengan de la ciudadanía.
Pronosticó un empeoramiento de la seguridad pública en lo que resta de la administración estatal, ante el aumento de delitos de alto impacto como los homicidios, feminicidios y robo violento de vehículos.
“Pero, como veo las cosas, el gobernador Graco Ramírez está más empecinado en ser candidato a la presidencia de la república que a cumplir con la responsabilidad que le otorgaron los morelenses para que fuera gobernador, y ese abandono impide que se siente a dialogar porque a él no le gusta la crítica”, remató.