De acuerdo al funcionario, desde que inició hace año y medio la Casa de Medio Camino del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred), disminuyó el número de asesinatos de jóvenes que egresan del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (Cempla).
"Hoy en día diría que desde que está la Casa de Medio Camino ya es raro ver que un joven aparezca muerto, que un joven aparezca descuartizado, como lo era en años anteriores", aseguró.
Además, Ayala Gutiérrez comentó que Morelos es la única entidad federativa que tiene el proyecto con el que se busca la reinserción social de los jóvenes en conflicto con la ley.
Dijo que con esta política los jóvenes infractores tienen un espacio donde vivir, "para no regresar a la colonia donde delinquían y que representa un peligro para su vida; la casa es un lugar a donde pueden llegar, donde pueden vivir y reincorporarse a la sociedad".
Explicó que los jóvenes durante su estancia en la Casa de Medio Camino viven un proceso de mes y medio en tratamiento de desintoxicación y reciben terapia psicológica; después en un mínimo de cuatro meses están en jornadas de capacitación para el trabajo.
Por último, precisó que el espacio sólo es para 15 personas y se ha atendido a la primera generación de 30 hombres, durante el año y medio que lleva funcionando; no obstante, adelantó que se han hecho las modificaciones para recibir a partir de este año a mujeres.