la Secretaría de Seguridad Pública puso a disposición de los transportistas un número de elementos para resguardar las rutas durante todos sus recorridos y de esta forma evitar que los delincuentes suban a cometer sus ilícitos.
Se cuestionó a líderes transportistas sobre dicha posibilidad y algunos dijeron que es la única forma de garantizar que los delincuentes cometan atracos, sin embargo, otros afirmaron que no es con la fuerza como se terminará el problema de la delincuencia y además se pondría en riesgo a la ciudadanía.
Arturo Bello Díaz, dirigente de la Ruta 9, coincidió con su homólogo de la Ruta 8, Juan Antonio Guzmán, en que llevar policías en las unidades es un riesgo que valdría la pena correr, porque al saber los asaltantes que los vehículos llevan seguridad no querrán subirse.
De hecho, aseguraron que esta medida podría dar más resultados que los rondines y la instalación de retenes, porque en los últimos meses estas acciones no han dado muchos frutos y no inhiben a los delincuentes, porque éstos ya conocen las estrategias de las autoridades.
Por su parte, los dirigentes de Rutas Unidas y de la Alianza de Transportistas tuvieron diferencias al respecto: Aurelio Carmona Sandoval dijo que como líder sí aprobará la entrada de policías a las rutas, pero Enrique Ramos Zepeda señaló que la fuerza no es la solución y se requiere de mejores estrategias en el combate a la delincuencia.
En tanto, la Federación Auténtica del Transporte ha sometido a votación de los líderes esta medida de seguridad para inhibir los asaltos, pero se ha adelantado que más de la mitad de los representantes de las Rutas han manifestado su aprobación.
De llegar a un acuerdo, los dirigentes del transporte público con itinerario fijo pedirán al secretario de Seguridad Pública, Gastón Menchaca en la siguiente reunión su apoyo, para contar con policías en la unidades. Sin embargo, los agentes no estarían de forma permanente, sino por periodos.