El también presidente del Colegio Morelense de Abogados advirtió que de nada servirá la nueva legislación en esta materia si no se aplica, al tiempo que destacó que de hecho, la reglamentación vigente podría ser herramienta para tomar estas medidas en los centros educativos.
Como parte del debate que se ha desatado tras el reconocimiento oficial de que la obesidad infantil es un problema de salud pública y que México ocupa el primer lugar en incidencia mundial, el representante de dichas agrupaciones sociales sostuvo que el Grupo Educa desde hace varios meses dialogó con el secretario de Educación José Luis Rodríguez Martínez a quien le solicitaron por escrito que se promoviera al menos la disminución de la presencia de comida “chatarra” en las escuelas.
Dijo que hasta donde tiene conocimiento la comisión de Educación del Congreso local, así como autoridades estatales de educación y salud del orden federal ya trabajan sobre el tema.
No obstante, aseveró tajante que “se necesita dar pasos en la formación de la conciencia del riesgo de obesidad, desde los padres de familia y en el hogar”.
Lo anterior, opinó, porque “los intereses económicos que existen en muchas empresas de la industria, pero además de los propios directivos de las escuelas, habrán de frenar esa legislación, porque en muchos de los casos la oposición viene desde directores de planteles que ven jugosas ganancias a través de la venta de refrescos y otros productos”.
El presidente del citado Colegio, afirmó que ya hay reglamentación sobre la operación de cooperativas escolares, para que se venda comida saludable a los menores en el interior de las escuelas y en general la norma vigente podría ser herramienta suficiente para erradicar esos productos o bien controlar su venta en los centros educativos.
“La Secretaría de Educación en la práctica no puede oponerse a esa venta porque las cooperativas dejan resultados económicos importantes, fundamentalmente a los directores; en el caso de las secundarias piden y pelean por ser directivos de planteles grandes o numerosos en cuanto a matrícula, porque ahí la venta de comida y bebida chatarra les genera muchos ingresos, que no reportan absolutamente a nadie”.
Y es que –aseguró- la autoridad escolar incumple con su responsabilidad de vigilar que se acate la normatividad, incluso, “hasta desaparecieron una dirección de la administración del IEBEM que se dedicaba a las cooperativas y eso propicia doblemente que se viole la ley”.