Para darnos una idea general, es necesario saber en dónde estamos parados, Tetela del Volcán está ubicado al noreste del estado de Morelos, en las faldas del volcán Popocatépetl, recibiendo de allí su nombre, rodeado de bosques, cantos de pájaros y una tranquilidad envidiable, combinando la vista de los diversos cerros y del volcán, lo hacen un lugar perfecto para pasar el fin de semana en las épocas de pascuas.
Pero con la llegada de la semana santa, toda esta tranquilidad es interrumpida por las diversas tradiciones que año con año allí se realizan, por lo que las calles se inundan de sombreros de colores, de ferias, de representaciones teatrales y de gente en las calles celebrando las festividades religiosas.
La tradición más importante en estas fechas son los Sayones, los cuales se encuentran presentes desde el jueves santo hasta la quema de sombreros, la cual es el domingo en la tarde, aunque antes de comenzar a relatar los acontecimientos de estos días, es necesario explicar qué son los Sayones en sí.
A pesar de tener varios significados, el sayón, en su origen europeo, es el cófrade, que se viste con una túnica negra y está presente en las procesiones de semana santa; en este caso, el sayón estaría cumpliendo el mismo rol, pero de una manera mucho más colorida y alegre. Pero no cualquier puede ser sayón, me dice Diana Yáñez, oriunda de Tetela del Volcán y gran amiga mía, con la cual elegí pasar estas festividades, los hombres que desean cumplir con este rol, deben de registrarse anteriormente y aceptar ser sayones por tres años consecutivos. Luego del registro de las personas, la cofradía de los sayones designa los cargos de cada uno de los anotados.
La gran mayoría son los sayones, los cuales están vestidos con botas, medias y un traje de satín, el cual suele ser de un color compuesto por una capa y una túnica que no suele llegar a los pies, adornada con diversas imágenes religiosas tanto en la espalda como en el frente, las cuales dependen más que nada del gusto de la persona, estas imágenes están diseñadas con lentejuelas, bordadas, pintadas, etcétera. Lo que pude encontrar interesante, es como una familia puede unirse y recrear un pasaje de la biblia llevando diversas imágenes en cada miembro de la misma que se encuentra disfrazado, tanto adultos como niños se encuentran disfrazados y en ocasiones contadas, niñas pequeñas de igual manera se unen a la representación de los sayones.
Por otro lado, otra de las grandes características de los mismos son sus enormes sombreros, los cuales están hechos con una estructura de metal pegada a un sombrero, en esta estructura, cortan y pegan pliegos de papel china, por lo general suelen ser unos mil o mil 200 pliegos y tardan entre una semana o semana y media en realizarlos, los colores suelen ser acordes a sus trajes, pero siempre tienen la opción de ser variados y explayarse como más quieran, de la misma manera con la forma del sombrero en general, todo depende de la creatividad y ganas de la persona.
Otro de sus aditamentos, es un machete, el cual utilizan para hacer ruido contra el piso mientras van danzando y saltando en las diversas procesiones en las cuales se encuentran. Por último, pero no menos importante es la máscara que utilizan, la cual es de cuero y está pintada de color piel, con una pequeña barba y ojos blancos.
Otro de los integrantes de esta tradición es una persona disfrazada de Judas, el cual viste una túnica completa de color morado, con un cinturón en dorado, para que se vea la división de la misma, en sus manos lleva una bolsa con las monedas por las cuales vendió a Jesús y suele mostrarla al público en general. Judas está presente hasta el viernes santo antes del viacrucis, ya que es ahorcado por los sayones momentos en la tarde antes de su inicio.
Junto a Judas se encuentran los cuatro reyes, los cuales siguen el ejemplo de vestimenta de los sayones, salvo que en vez de llevar sus sombreros, llevan una corona hecha con papel china, con diferentes niveles, por lo general suelen ser personas altas, ya que son los encargados de reprender a los sayones que tienen un mal comportamiento, lanzándoles pintura vegetal en sus trajes haciéndolos inservibles.
Por último, los Motocués, los cuales también son cuatro personas, están vestidos de un traje de dos colores, amarillo y verde, portando unas máscaras diferentes a los de los tres anteriores, ya que éstos la decoran con barba de cabello real, pero no solamente la usan en su cara, sino que también se encuentra en su nuca, esto se debe a que está vigilando constantemente a los Sayones y puede castigarlos con una cadena que lleva en sus manos si no se comportan correctamente, de la misma manera es el encargado de mantener en orden junto con los Reyes en las procesiones.
Todos estos personajes tienen un rol importante en las procesiones, estando los Sayones, los Reyes y los Motocués en cada una de estas actividades, desde el lavado de pies, el ahorcamiento de Judas, la última cena, el viacrucis, las siete palabras, la procesión del silencio, la ceremonia del fuego nuevo y la resurrección. En el caso de los Sayones, siempre se encuentran presentes los reyes y los Motocués, ayudan a mantener el orden, aunque los primeros se encargan de cargar las imágenes religiosas en algunas ocasiones.
Por último, el rol de los sayones termina el domingo de resurrección, día en el cual después de la misa, salen a la calle principal (anteriormente se hacía en el atrio de la iglesia, pero debido a los temblores del pasado, ésta no estuvo disponible este año), para que tanto adultos como niños lancen cerillos a sus sombreros mientras saltan evitando que les caiga el fuego, lo cual no pueden evitar y terminan quemándose, quedando sólo su estructura metálica, dando así un espectáculo de colores y fuego en las calles que es disfrutado por los habitantes del pueblo como por extranjeros.
Pero aparte de los sayones y las misas en la iglesia, Tetela del Volcán tiene varias actividades que se realizan en estos días, empezando el jueves santo por la representación de la última cena, puesta en escena por la comunidad católica del pueblo, como también la representación de la pasión de Cristo, la cual está actuada por los jóvenes en el centro del pueblo, los cuales hacen un excelente y realista trabajo, lo cual para mí fue una experiencia completamente nueva, ya que siendo extranjero nunca había visto algo así, tanto por la actuación y por la dedicación de estas personas, desde los azotes hacia Jesús, hasta su crucifixión en la plaza de toros la macarena.
La feria también es algo que no hay que olvidar, la cual es armada y atendida por los diferentes habitantes de Tetela, en la cual, se puede encontrar una gran variedad de comida, juegos de feria, dulces, juegos mecánicos y música, lo que la hacen muy amena tanto para los lugareños como para los turistas.
Otra de las tradiciones que cuenta este bello pueblo del estado de Morelos, es el sábado de gloria, el cual es un día de descanso, en el cual algunas personas se reúnen con sus familias para comer o suelen darle la comida a los sayones, cosa que también sucede el jueves o viernes, pero lo más interesante y es lo que sucede cerca del mediodía, la gente del pueblo, aunque más los niños y jóvenes, salen a las puertas de sus casas o a las azoteas y comienzan a mojar a los transeúntes que se pasan cerca de sus casas o tiendas, esto se debe a que están representando la alegría que se vive de que Jesús ha ascendido al cielo, es más, al yo ser mojado junto con Diana, un señor que andaba en bicicleta, el cual obviamente se encontraba mojado, al vernos nos dijo con una amplia sonrisa, “Así se celebra el sábado de gloria”. Del mismo modo, la gente suele ir al río Amatzinac, para divertirse en sus aguas o haciéndole hoyos a las mangueras que allí se encuentran para que mojen a las personas.
Por último cabe añadir que estas tradiciones son las que mantienen viva la identidad del pueblo, y que son algo único del estado de Morelos y que sólo se pueden encontrar en este municipio, al ser tanto un atractivo turístico como cultural, es algo que se debe de ver por lo menos una vez en la vida, tanto las procesiones del día viernes como la quema de sombreros del día domingo. Si alguna vez tienen la oportunidad de poder asistir, es algo que quedará grabado en su memoria y no querrán olvidar jamás.