A dos días de que inspectores y policías metropolitanos obligaron a los vendedores a irse del lugar donde durante años vendieron y los obligaron a instalarse en las jardineras de la glorieta mejor conocida como La Luna, los comerciantes decidieron hacer caso omiso y permanecer en la banqueta.
“Nos quedamos donde estábamos, pero esta vez de manera más ordenada, nos colocamos sólo en la banqueta para no afectar el tránsito de los vehículos y tampoco evitamos el paso de las personas”, declaró Julio Ariel González, delegado de la Unión de Comerciantes Solidaridad.
El vendedor dijo que la mayoría de sus compañeros se niega a reubicarse en las jardineras de la glorieta, pues venderían menos su mercancía. “Mis clientes ya me dijeron que no atravesarán la calle sólo para comprarme, es muy riesgoso”.
El líder de comerciantes precisó que propondrán al ayuntamiento quedarse en la banqueta de manera ordenada, con la garantía de que no afectarán al tránsito vehicular y peatonal.
Sin embargo, el director de Licencias de Funcionamiento Carlos Hernández Adán dijo que los comerciantes no pueden permanecer en el mismo lugar, porque volverían apoderarse de la calle y nuevamente generar desorden.
“Les hemos ofrecido que se queden en las jardineras mientras resolvemos dónde reubicarlos, pero en la banqueta no, es muy pequeña y no creo que quepan, ni las personas podrían pasar, es un lugar muy reducido”, declaró el funcionario municipal.
Comentó que permanecer en la glorieta La Luna es la primera opción, aunque se está revisando otras opciones, como trasladar a los vendedores ambulantes a un terreno cercano a Plan de Ayala.
Los comerciantes que fueron desalojados del área peatonal frente a la glorieta llevaban algunos más de 20 años instalados en el mismo lugar, es por eso que en su gran mayoría se niegan a irse.