Antonio Arizmendi, líder de la Federación de Transportistas de Jiutepec “Benito Juárez”, reconoció que la mayoría de los taxistas no recibe preparación para manejar un vehículo porque el padrón es cambiante: constantemente entran y salen operadores de las agrupaciones.
Entonces, añadió, las agrupaciones del transporte público sin itinerario fijo no ponen suficiente atención en el tema porque saben que en poco tiempo podrían perder a su operador. Sólo se apoya los choferes que se sabe que estarán más tiempo en la organización.
“Un gran número de los operadores no están capacitados, porque a diario se incorporan nuevos y salen otros. El transporte público tiene una rotación de operadores tremenda. A todos los que corren de las empresas y por su edad ya no pueden trabajar, se incorporan al taxi”.
Es que Antonio Arizmendi contó que en los primeros meses de este año se firmó un convenio con el Ayuntamiento de Jiutepec para que la Dirección de Seguridad Pública, que tiene la autorización de la Dirección de Transportes, capacitara a los taxistas de las agrupaciones que integran la federación. Sin embargo, no se concretó, y desde el año pasado pocos son los choferes que han recibido preparación.
Según la Dirección General de Transportes, todos los operadores de rutas y taxis están obligados a recibir cursos de capacitación de manera constante; de lo contrario, no podrían recibir su gafete. Aunque no todos cumplen, admitió el mismo líder transportista de Jiutepec.
En los cursos de preparación, los choferes obtienen información sobre cuestiones mecánicas de la unidad, reglas de tránsito, sensibilidad para atender de manera correcta a los usuarios y cómo reaccionar en caso de accidentes.
“Es una realidad que nada de esto saben los choferes, porque muchos entran a este trabajo por necesidad. Pero es una realidad que muchos sólo saben manejar y en realidad poco sobre cuestiones mecánicas y de tránsito”, añadió el líder de la Federación de Transportistas de Jiutepec “Benito Juárez”.