No descartan medidas legales contra el proyecto.
Vecinos del poblado de Tlaltenango buscarán impedir por la vía jurídica la construcción de cuatro torres departamentales en el área conocida como el Salto Chico, y se mantienen a la espera de que sea emitido el dictamen de factibilidad del agua.
En conferencia de prensa ofrecida en la glorieta de San Jerónimo, un grupo de vecinos -con pancartas en mano solicitando la cancelación del desarrollo habitacional-, reiteró su rechazo a la construcción de cuatro torres departamentales, de once pisos cada una.
Señalaron que el proyecto no sólo rompe con el entorno pintoresco de la zona de San Jerónimo, sino que –además- afectaría la vialidad e, incluso, se agudizarían los problemas de distribución de agua potable.
El ayudante municipal electo de poblado de Tlaltenango, Alfredo Rodríguez San Ciprián, explicó que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicos tiene pendiente dictaminar el uso de suelo, el cual depende -a su vez- del dictamen de factibilidad del agua, lo cual ha permitido parar la obra.
Rodríguez San Ciprián argumentó que confían en que el dictamen de factibilidad del agua sea negativo, y con ello impidan la construcción de los edificios. “Ya de por sí tenemos agua en la zona sólo tres veces a la semana por dos o tres horas al día, imagínense con los nuevos departamentos”, cuestionó.
Explicaron que seguirán a la espera de la resolución del gobierno municipal, mientras tanto, no descartan también combatir por la vía jurídica la edificación.