"Las democracias del mundo están en riesgo porque quien manipule las redes sociales, manipula la percepción, la opinión y los resultados de muchos procesos, de ahí que todos necesitemos estar alertas, listos y tener las competencias adecuadas para fluir en el mundo digital”, alertó María Luisa Zorrilla Abascal, profesora investigadora del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Durante su participación en el segundo coloquio de la Academia de Ciencias Sociales Humanidades del Estado de Morelos, titulado “La sociedad del riesgo en el Siglo XXI”, la investigadora del ICE señaló que entre los principales riesgos que enfrentan los adultos con el uso de las nuevas tecnologías digitales, aplicaciones y redes sociales se encuentran perder posesiones materiales por el phishing (suplantación) bancario, los fraudes por internet, el robo de información y de identidad, pero también hay otros con impacto social, que son las llamadas fake news o noticias falsas, que afectan incluso a las democracias contemporáneas.
En su conferencia titulada “Seguridad, uso de tecnologías, información y poder”, la también titular del Programa de Formación Multimodal de la UAEM afirmó que los riesgos en redes sociales son mucho mayores para los niños y adolescentes, quienes están expuestos a depredadores y en otros casos, a ser reclutados por grupos terroristas, por lo que dijo, es fundamental que exista un alfabetismo mediático e informacional para las nuevas generaciones que les permita desarrollar habilidades para discernir información y formarse un criterio y, con ello, ser menos vulnerables.
En su participación, Elsa Guzmán Gómez, investigadora de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) habló sobre el riesgo alimentario frente a las empresas transnacionales que acaparan el mercado de producción, comercialización y consumo del maíz híbrido.
"Inducir el consumo del maíz híbrido desplaza toda la variedad de nutrientes de los maíces nativos mexicanos, pero sobre todo, el proceso de elaboración de la harina, que merma la calidad de la tortilla, reduce sus propiedades nutritivas de olor, color y sabor, pues no realiza el proceso de nixtamalización que utiliza agua y cal”, dijo.
Guzmán Gómez señaló la necesidad de revisar los tratados internacionales para equilibrar las condiciones de las comunidades campesinas en México dedicadas a la producción del maíz nativo y sus variantes, como el maíz morado, pozolero y pepitilla, y por otra, el control de empresas extranjeras que se amparan bajo leyes internacionales vigentes, como la llamada ley Monsanto, que regula los derechos de patentes de las semillas vegetales.
En el auditorio César Carrizales del campus Chamilpa de la UAEM se realizó el evento académico, con el objetivo de promover políticas públicas que tomen en cuenta la conservación, el desarrollo y el crecimiento de la sociedad frente al daño medioambiental y la necesidad de contar con seguridad alimentaria, laboral y social.