Su trabajo consiste en vigilar a todo aquel que intente ingresar con o sin permiso al cuartel militar. Wendoline González Morales desde hace siete años es soldado policía militar y recientemente egresó como licenciada en Psicología.
Como policía, su función es resguardar la seguridad de todo el personal, lo que considera es de gran importancia porque ella es uno de los primeros filtros para atender a las personas que llegan a realizar diferentes trámites.
Guardián las 24 horas y los 365 días del año que debe combinar su función como mujer y soldado con su familia.
Mientras vigila la entrada de la 24ª. Zona Militar, cuenta que hasta cierto punto es un poco difícil porque debe tener la división del trabajo y la familia, pero está agradecida con sus consanguíneos por el apoyo que recibe.
En la adolescencia le entró la curiosidad por saber qué se hace en los planteles militares, la Marina y el Ejército. Entonces empezó a buscar la forma de poder ingresar.
Actualmente es una mujer de 32 años, sin hijos, que aprovecha cada posibilidad que le ofrece el Ejército Mexicano, donde tiene la oportunidad de crecer como profesional y seguir estudiando.
"Cuando estaba chica veía varios comerciales de los planteles militares, de la Marina y el Ejército; eso me daba curiosidad de qué harán y entonces desde ahí supe que quería entrar aquí y cuando cumplí la mayoría de edad busqué la forma para causar alta", dice alegre.
No fue fácil porque los civiles están acostumbrados a otra vida y en el Ejército lo primero que se les inculca es la disciplina, “pero con el paso de los años es satisfactorio verse realizada, porque la mentalidad cambia y forma un carácter y al final del día, vale la pena”.
Por el momento no está en sus planes tener hijos, porque quiere aprovechar las oportunidades de poder ejercer otro tipo de actividad, ya que en los planteles reciben un trato igualitario, pues señala que entre sus valores está llevar en alto la igualdad y la equidad.