Cabe recordar que en los últimos meses del 2010 entró en vigor la prohibición de la venta de antibióticos sin receta médica, con el fin de abatir la resistencia de los virus y bacterias a estas sustancias, cuyos lineamientos son de aplicación nacional y obligatoria.
Entrevistada al respecto, la responsable del sistema sanitario de la Coprisem de los Servicios de Salud, Laura Tovar Calderón, dijo que en términos generales esta medida se ha ido aplicando en Morelos, al tiempo de señalar que hasta ahora no se ha tenido que aplicar multas a los establecimientos que suministran estas sustancias por incumplimiento o faltas graves.
Sin embargo, expuso que se ha apercibido entre el 3 y 4 por ciento de las farmacias supervisadas al detectar que hay fallas en la aplicación de los lineamientos, especialmente al no llevar de forma correcta los archivos o registros de cada unidad o caja de antibióticos vendida y los datos del médico que las receta.
La funcionaria explicó que no ha habido quejas de los usuarios pero reconoció que sí ha habido inconformidades por parte de médicos y de farmacias.
Por un lado, explicó que los profesionales de la medicina se han quejado porque las recetas son retenidas en las farmacias, como lo indican los citados lineamientos federales, pero argumentan que sus pacientes les requieren otra vez recetas pues no saben cómo deben tomar las medicinas y no sólo los antibióticos. Además, otra de las quejas recurrentes es que en algunas farmacias, a decir de los galenos, los expendedores han vendido productos genéricos y no los de patente o a la inversa, se niegan en otros casos a expedir algún sustituto de la sustancia activa del medicamento.
De la misma manera, comentó que las inquietudes de los médicos van en el sentido de que se abrieron una especie de consultorios junto a las farmacias para no perder las ventas.
En contraparte, indicó la funcionaria, en las farmacias muchas veces se han quejado porque los médicos no anotan completo el tratamiento, los días que debe durar el consumo de antibióticos, por lo que no les es posible vender sólo la cantidad que el paciente habría de requerir. Otra más es que se niegan a dar copia de sus recetas a los pacientes o a hacer doble receta, una de antibióticos y otra con las indicaciones de otros medicamentos.
Tovar Calderón indicó que se han llevado a cabo reuniones con médicos y dueños o encargados de farmacias, en las que se explica la aplicación de los lineamientos y se les ha pedido que cumplan con las reglas. En el caso de los médicos, que den copia de recetas y recetas por separado a sus pacientes y que pongan tanto el nombre de patente como el genérico en la misma con el fin de que la farmacia esté en condiciones de vender otro producto existente o más barato con la misma sustancia activa y que especifiquen cada detalle que es requerido por las disposiciones oficiales.
Mencionó que se ha pedido también que los pacientes antes de ir a comprar los antibiótico saquen fotocopias de las recetas o que se las den sus médicos para no perder las indicaciones, e insistido en que deben tomar los tratamientos completos precisamente para evitar a la larga la resistencia de los virus y que la eficacia de los antibióticos se vaya perdiendo a nivel global.