La psiquiatra general Mariza Tlapa Rangel, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Cuautla, indicó que una adicción al tabaco se puede identificar cuando existe un consumo compulsivo.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora el domingo 31 de mayo, la especialista indicó que fumar es muy frecuente en la sociedad, sin importar el género, pero es una conducta que va en aumento en los adolescentes.
A nivel cerebral, dijo, existe un mecanismo bioquímico que genera el deseo de seguir fumando y esto tiene que ver con un neurotransmisor denominado dopamina, sustancia que genera una sensación de placer al momento de fumar.
“La persona que fuma debe tomar conciencia del daño que el tabaco genera en su salud y manifestar el deseo de abandonar este hábito, de lo contrario será muy complicado hacerlo”, destacó.
Tlapa Rangel advirtió que el proceso para dejar de fumar es largo y en los dos primeros años de tratamiento existe la posibilidad de una recaída por los síntomas de abstinencia.
En este contexto de aislamiento por la emergencia sanitaria por COVID-19, comentó que se puede generar tensión emocional como estrés o depresión, condicionando el consumo de tabaco.
Miguel Ángel Hernández Nájera, auxiliar administrativo en el IMSS Morelos, reconoció que dejar de fumar después de casi 18 años como fumador activo “no fue difícil”, por la motivación de su familia
Comentó que antes veía el consumo de cigarro como una necesidad, sin importar los efectos para su organismo; sin embargo, después de tres años sin fumar, considera que ha superado esta adicción.
El trabajador del IMSS compartió que otro aspecto que le hizo valorar lo urgente que era dejar el cigarro fue un estudio pulmonar en donde pudo comprobar el daño tan severo que le había ocasionado el tabaco y que, de continuar con esta adicción, podía desarrollar una enfermedad respiratoria grave a su corta edad.
De acuerdo con la psiquiatra, los derechohabientes interesados en dejar el tabaco pueden recibir atención de un especialista. Por ello, los invitó a acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para ser evaluados, y revisar así todos los criterios para diagnosticar la dependencia a la nicotina o al tabaco, e iniciar así un tratamiento mediante fármacos o a través de terapia conductual.