El acceso sólo fue para los portadores de las llamadas ofrendas nuevas.
El de Ocotepec fue el único cementerio de la capital que permaneció abierto ayer. La entrada sólo se permitió a las personas que tenían ofrendas nuevas, es decir, de las personas que fallecieron este año.
Debido a las restricciones sanitarias implementadas por el covid-19, la afluencia de personas en los panteones municipales fue nula; en los cementerios de los poblados sí hubo paso a las personas, pero con filtros sanitarios, para evitar la propagación del coronavirus.
En el caso de Ocotepec, que es uno de los pueblos con mayores tradiciones de Cuernavaca, la entrada a los altares colocados con motivo del Día de Muertos estuvo restringido.
De acuerdo al ayudante municipal de ese poblado, Miguel Ojeda Hernández, se colocaron en total 60 ofrendas y aunque no estuvieron abiertas al público y se colocaron de forma privada, en coordinación con las autoridades eclesiásticas del poblado realizaron ceremonias religiosas, lanzaron cohetes e hicieron las ceremonias con copal e incienso.
En otros poblados como Tetela del Monte se observó gran afluencia de personas que acudieron a comprar flores de cempasúchil. No obstante, los productores señalaron que no tuvieron las ventas de otros años e incluso tuvieron que bajar los precios de las plantas hasta cinco o siete pesos, para no quedarse con la producción y recuperar lo que invirtieron.