En el interior de la catedral de Cuernavaca se llevó a cabo ayer la VI Caminata por la Paz. En su mensaje, el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, manifestó que en Morelos no se puede seguir callado ante la ola de violencia e inseguridad.
A diferencia de otros años, la caminata se desarrolló en el interior de la catedral, en cumplimiento de las medidas sanitarias. No obstante, hubo un recorrido y concluyeron con una homilía, en donde Castro Castro emitió su mensaje.
Manifestó que la población no puede acostumbrarse a tanta violencia y a la descomposición social. “Tenemos que darnos cuenta, cerrar las heridas sociales y vislumbrar caminos de sanación social”, dijo.
Señaló que el episcopado ha escrito un documento en donde alienta al pueblo a la esperanza, no sólo por la inseguridad, sino también por el covid-19 y por las consecuencias que esta pandemia ha dejado, como el desempleo y el cierre de empresas.
“Nos preocupan los hermanos que sufren a causa de la violencia, que es la única que no se ha puesto en cuarentena y sigue su estela de muerte en todo México; más de 15 mil muertes y asesinatos. Vemos cómo aumenta la violencia intrafamiliar y la pobreza (…). Esa realidad está inmersa en una realidad global que nos afecta a todos y manifiesta heridas”, añadió.
Cuestionó la legislación que avala el aborto y la eutanasia y lamentó que grupos delincuenciales se establezcan y tomen espacios y cotos de poder.
“Cuánto ha avanzado el dominio de las organizaciones criminales que se caracterizan por la crueldad, la venganza, la exhibición de poder y con la intención de intimidar a sus rivales”. Se refirió al narcotráfico, el secuestro, la trata de personas, el lavado de dinero, cobro de derecho de piso y otras actividades que son focos rojos y que han corrompido incluso a las autoridades de justicia.