Las nuevas tecnologías propician el acceso libre a la pornografía y durante el confinamiento se registra un aumento en su consumo, coincidieron especialistas en psicología, educación sexual y cognición que participaron en el conversatorio virtual “El Porno como tendencia”, organizado por la Generación 60 (G60) de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Ana María Delgado -especialista en psicología clínica, educadora sexual y sexóloga clínica- compartió estadísticas que revelan que cada segundo se gastan tres mil 65 dólares en pornografía, que 28 mil 258 usuarios de internet ven pornografía y un ocho por ciento del total de todos los correos electrónicos tienen este tipo de contenido, además de que hay 24 millones 644 mil 172 páginas con contenido pornográfico.
En el panel participaron Juan Carlos González González, investigador y director del Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas (Cincco) de la UAEM; Germán Octavio López Riquelme, profesor investigador del Cincco y Karimme Reyes, comunicóloga, especialista en sexología educativa y manejo de grupos en la educación de la sexualidad.
Los ponentes abordaron el tema desde ocho distintos ejes temáticos, y cada uno desde su área para definir los conceptos de pornografía, sexualidad, amor, relaciones, psicología sexual, entre otros.
Juan Carlos González detalló que aunque a la pornografía se le relaciona con la modalidad visual, asociada con otros conceptos como el erotismo y sexualidad, puede abarcar otras modalidades sensoriales, como la auditiva y la conceptual que se encuentra en la literatura.
“Si la relacionamos con el carácter típicamente gráfico, no es necesariamente pornografía. Por ejemplo, si leemos el Marqués de Sade, no tenemos un grafismo, pero sí tenemos pornografía, ese es un tema de discusión, entonces podemos reflexionar sobre la pornografía y la modalidad visual que privilegiamos tanto en Occidente, y sobre el erotismo en esos mismo términos”, dijo.
Los participantes del panel coincidieron en que actualmente, con el incremento en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, todas las personas tienen acceso a este tipo de contenidos, por lo que los padres y madres de familia tienen un papel fundamental para evitar el acceso de los menores de edad a la pornografía.