Seguimos reventando todas las trincheras hasta donde llega el más leído y abrimos el telón de esta calumnia con un tema que al parecer no ha cobrado la debida importancia en la especie humana. ¿Verdad o ficción?
Los seres humanos nos hemos encargado de deteriorar los tres reinos, el vegetal, el animal, y el mineral y, perdón que me aferre al tema, pero creo que es tiempo de ponernos ya las pilitas antes de que nos den monte de piedad.
Urge que reaccionemos ante la situación que está viviendo nuestro planeta Tierra. Ya le dimos Monterrey, compitas. La neta.
Sin duda el calentamiento global genera cambios cada vez más drásticos en el ecosistema. El derretimiento de los glaciares está incrementando el nivel del mar, las excesivas lluvias que seguramente la temporada que no tarda en llegar nos va a agarrar con los calzones abajo. ¡Buzos caperuzos!
Hay que decir que el "calentón" global principalmente es generado por la contaminación derivada de muchos factores: el exagerado uso del "patas de hule", el excesivo consumo de energía eléctrica… que solemos utilizar macizo la "compu", los aparatos eléctricos, "la telera", el refri.
Por ejemplo, cuate lector, si usted tiene una nevera -como dicen los colochos, los colombianos- acá tipo "James Dean", cámbiela de inmediato en cortina. Además de que consume mayor energía, este tipo de artefactos arcaicos vintage -como les dicen ahora- consumen más energía, contaminan por los gases con los que trabajan. Dos tres "doñitas”, ya sabe en las tienditas de "hoy no se fía mañana sí", tienen atascado de chescos el antiguo armatoste en las tienditas de la esquina de los barrios populares y en dos tres municipios de nuestro hermoso estado de Morelos... así que si no queremos desgajamientos de tierra, excesivas y tempestuosas lluvias, calorones alarmantes donde ni siquiera nos libramos durmiendo en calzones, hagamos lo propio. Evitemos que se pierdan más y más vidas. Ya con la pandemia tenemos y seguimos rascándole ya sabe qué al tigre.
¡imagínese! Hay gente que quiere demostrar su "poderío" -¡pobrecitos!- creyendo que a través del cúmulo de luces en su chante se distinguen de los demás.
Somos muy convencieros, la neta. Cada quien busca el bienestar para sí mismo sin importarles los demás. Dejemos de ser tan egoístas carnalitos. En fin, cada quien sus chicles, como dicen.
Mejor contribuyamos todos para salvaguardar el medio ambiente. ¿Cómo? Sembrando un arbolito, utilizando menos el cochecito, apague las luces que no utilice, mi brother. Use focos ahorradores de luz menos contaminantes pero ¡ya...! ¡llantas gordas! ¡llantas picadas! ¡llantas ponchadas!
¡El oxígeno de los arbolitos evitara en gran medida el nocivo daño generado por el bióxido de carbono! ¡Almejas! ahí se las dejo de tarea.
Se despide de ustedes ¡su reporñerazo favorito!