En Morelos, alertan por robo de escape, sensores de oxígeno y catalizadores, así lo advirtió la Asociación de Empresas de Seguridad Privada de Morelos, quien dio a conocer el modus operandi de los criminales para obtener estas autopartes.
En entrevista, Alejandro Dorantes Rodríguez, presidente de dicha asociación, refirió que se trata del robo de sensores de oxígeno y catalizadores que ocurren en los estacionamientos públicos y de instituciones gubernamentales, sobre todo en camionetas que se encuentran sin utilizar debido a la emergencia sanitaria y que están detenidas.
“Ya no es el robo de llantas, ahora es el robo de escapes con catalizadores y los sensores de oxígeno, que esto es muy fácil de que lo puedan robar, se meten abajo de los vehículos y con una cortadora eléctrica en unos cuantos segundos ya los tienen”.
Alejandro Dorantes Rodríguez, presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada de Morelos.
¿Por qué ya no son las llantas?
Dorantes Rodríguez comentó que el principal delito en cuestión de autopartes que se tenía registrado por parte de las empresas de seguridad era el robo de llantas, sin embargo, señaló que desde el pasado fin de semana se han reportado 20 camionetas afectadas entre particulares, así como dependencias estatales y federales en Cuernavaca del nuevo robo de autopartes.
El representante del gremio señaló que los delincuentes encontraron la manera de sustraer de los vehículos los escapes o mofles con catalizadores y sensores de oxígeno. Dijo que por el modus operandi, se presume que el robo incluso lo comete una sola persona, la cual se desliza por debajo del vehículo para cortar los escapas en cuestión de segundos.
Agregó que tienen documentados al momento los robos del escape y otras autopartes en camionetas, oficiales y particulares, a las que los delincuentes han tenido acceso mientras se encontraban estacionadas en corralones y estacionamientos.
En el mercado “negro”, señaló, las autopartes como el sistema del mofle y lo que ahora roban, tienen un costo promedio de cinco mil pesos, mientras que los de línea oscilan en los 30 mil pesos, por lo que resulta un atractivo modo para los hampones.
Ante esta situación, añadió, se determinó reforzar la vigilancia en los estacionamientos donde se presume podría haber complicidad de los propietarios o de alguna autoridad, pues los delincuentes se meten muy fácil.