La Ex Hacienda de Chinameca, donde murió el general revolucionario Emiliano Zapata Salazar, ahora es sede del Museo del Agrarismo
A 102 años de la muerte de Emiliano Zapata Salazar, el Gobierno del Estado de Morelos rinde homenaje a la memoria de quien con los ideales de Reforma, Libertad, Justicia y Ley, plasmados en el Plan de Ayala, durante la Revolución Mexicana luchó para que la tierra volviera a quienes la trabajan con sus propias manos.
“Miliano”, como le decían sus amigos, nació el 08 de agosto de 1879, en San Miguel Arcángel Anenecuilco, Villa de Ayala, en el oriente de Morelos, donde creció, forjó ideales y sueños.
Ante las injusticias, Zapata comenzó a templar su espíritu intransigente y construir la idea de justicia y ley para los desposeídos, vislumbrando la necesidad de alzar la voz ante el poder.
El llamado también “Atila del Sur” fue un extraordinario jinete, al lomo de su caballo As de Oros recorría los campos del suelo morelense, principalmente en la región oriente y sur poniente del estado; en Tlaltizapán estableció el Cuartel General del Ejército Libertador del Sur, por ser un sitio estratégico para llegar a Jojutla y entrar al extenso Valle de Huautla, en Tlaquiltenango.
En Tlaltizapán se generaron cartas, órdenes, proclamas, manifiestos, decretos y leyes, como en ninguna otra corriente revolucionaria. Durante ocho años, el caudillo y su gente enarbolaron la bandera del agrarismo, ganaron importantes batallas y resistieron los embates de sus enemigos.
Finalmente, traicionado por el coronel carrancista, Jesús María Guajardo, el 10 de abril de 1919, Emiliano Zapata murió abatido en la Hacienda de San Juan Chinameca; las balas se incrustaron en su cuerpo, mientras sus ideales se calcaron en la mente de sus correligionarios; y hasta la fecha siguen vivos en todo México y más allá de sus fronteras.
En la actualidad, la Ex Hacienda de Chinameca es sede del Museo del Agrarismo, donde se exponen documentos históricos y son exhibidas algunas prendas zapatistas.