Piden mariguanos el callejón Jorge Cázares Campos para consumo libre de cannabis.

Un grupo de entre cuarenta a cincuenta chavos estuvo “toque, toque y toque” detrás de la casa del obispo Ramón Castro Castro, pero nadie abrió.

Había en el callejón Jorge Cázares Campos una mezcla de olores que como arañas de humo treparon por los antiquísimos muros de la parte trasera de Catedral.

Los mariguanos pidieron ese callejón para ocuparlo como un lugar de libre consumo de cannabis y anunciaron una “Megapachequeada” para el 8 de mayo.

El guato

De acuerdo con una propaganda que apareció en los muros de Facebook, la cita era a las 4:20: “Quinta convivencia de libre consumo de marihuana”. Habría firma de solicitud de espacio de libre consumo, torneo de “peteca” y participación musical; también se pedía a los asistentes: no venta, consumo propio, sana distancia, cubrebocas, sólo mayores de edad; firmaban Buena Vibra, Flor de Mota Organic Cannabis, Aurum, entre otros.

Desde las 4:40 de la tarde las vendedoras en línea o “Nenis” comenzaron a retirarse del empedrado y el pedazo de calle fue ocupado por grupitos de jóvenes, en su mayoría hombres, que tímidamente fuero sacando pipas, sábanas y montoncitos de hierba verde, “al parecer marihuana”.

Media hora después, los grupúsculos se fueron juntando y el sonido de los encendedores brilló en las manos de los chicos que prendían fuego a cigarros de mota.

Como una escala musical olfativa culebrearon olores de diferentes colores, intensidades y texturas.

No hubo presencia policiaca ni ahí ni en los alrededores.

Apenas, el pasado 10 de marzo la Cámara de Diputados federal aprobó en lo general el uso recreativo de la mota para mayores de 18 años y hasta 28 gramos (unos cinco cigarrillos, aproximadamente); también se legalizó su producción y comercialización. Aunque debe pasar por el Senado, la ratificación es un hecho.

La arenga

Un muchacho delgado de estatura mediana se subió a la pared y, como el capitán de un barco que habla a sus marineros antes de zarpar, arengó:

“El ser mariguano no conlleva a que seas un malviviente, ese es el objetivo de esta reunión. Estamos por los derechos humanos, estamos por la regulación del cannabis. ¿Cuándo ellos quieran? Canábicos habemos muchos y vamos a seguir habiendo más. Estamos pidiendo hoy todos los días que este espacio se respete para que podamos fumar libremente mariguana y, más allá, donde podamos expresarnos de la manera que nosotros consideremos. Aquí va a haber horario, formas de consumo, no venta, sólo un lugar donde se respete el consumo de manera responsable”.

El chico también expuso que presentaron ante el Ayuntamiento capitalino la solicitud para que puedan pintar en ese callejón y sobre toda la barda del Parque Revolución una expresión pictórica sobre el uso del cannabis, esto el día sábado 8 de mayo, donde se organizará una “megapachequeada” en el marco de la “Marcha del Millón de Porros” (Global Marijuana March), una manifestación anual que se celebra el primer sábado de mayo y que conmemoran más de 190 ciudades del mundo (la primera fue en Nueva York en 1973), que incluye todo lo relacionado con la cultura del consumo de marihuana como una opción de vida personal para la que se pide la legalización. Los participantes organizan manifestaciones y conciertos y se reúnen para dialogar, divertirse e informar a consumidores y no consumidores.

Mujeres y hombres que no quisieron dar su nombre (“Lo ve mi mamá y me da una chinga”) explicaron que hasta el día de hoy ser mariguano es un estigma y que la Policía los sigue hostigando y criminalizando: “nos para, nos registran, nos roban lo que traemos o nos piden dinero; si no tenemos nos meten a la cárcel en donde hemos tenido que permanecer hasta un día si no van por nosotros a pagar la multa por la falta administrativa”.

Reclamaron que las necesidades de estos grupos minoritarios no estén en la agenda de los candidatos que contienden por cargos de elección electoral en esta jornada.

Arthemio Aguilar López, representante de Latinoamérica por una Política Sensata de Drogas, capítulo Morelos, dijo que apoya las propuestas de estos colectivos y que es importante que se realicen estas actividades para visibilizar a los consumidores de cannabis. Explicó que el tema del consumo de marihuana en Cuernavaca está olvidado y es importante comenzar a abrir espacio entre los actores políticos para que exista conciencia de esta minoría que busca ya no ser criminalizada y que como ciudadanos se les permita expresarse libremente.

Los diez mandamientos

En un documento que los chicos repartieron se podía leer algo así como el decálogo del buen pacheco:

Primero. Sólo podrán hacer uso de la zonificación del espacio de libre consumo regulado personas mayores de edad; Segundo. Queda completamente prohibida la venta de cannabis y/o cualquier otro producto; Tercero. Queda prohibida la ingesta de bebidas alcohólicas y/o cualquier otra droga que no sea cannabis. Cuarto. Sólo podrán hacer uso del espacio por un máximo de 90 minutos por persona. Quinto. Los horarios de uso de este espacio lo serán de 9:00 a 20:00 horas todos los días de la semana. Sexto. El aforo máximo permitido en el espacio de libre consumo es de 30 personas. Séptimo. Se limita la posesión de cannabis a cinco gramos por persona y cada persona debe traer su propio consumo. Octavo. El lugar deberá permanecer limpio y en buenas condiciones quedando prohibida la destrucción del mobiliario o espacios verdes que integran el espacio. Noveno. Se permite el uso del espacio para difusión de cultura cannábica previa solicitud por escrito dirigida ante las autoridades correspondientes y diez. Queda prohibida la publicidad y promoción del consumo de cannabis, ya que el espacio es exclusivo de consumo.

El obispo de la diócesis de Cuernavaca monseñor Ramón Castro Castro no se encontraba en la ciudad el sábado 23 de abril, según lo dio a conocer el área de comunicación social de la Diócesis de Cuernavaca.