Los pasajeros se molestan y en ocasiones responden de manera agresiva.
“Lo más grosero que me han dicho es recordarme a la mamá solo por pedirles que se pongan el cubrebocas. Hace unos días un señor me hizo la parada, no abrí la puerta y con señas le dije que se ponga el cubrebocas; me dijo ‘aquí lo traigo y señalaba en su bolsa. Yo me negué a subirlo y él´, enojado, se puso a patear la puerta de la ruta”, contó Pedro Hernández, operador del transporte público.
El entrevistado -que desde hace varios años trabaja como operador en la Ruta 13- dijo que negó el servicio a esta persona por protección y porque el año pasado sus suegros se contagiaron con el covid-19. Además, afirmó que varios de sus compañeros se infectaron y dos siguen incapacitados.
Señaló que todos los días se encuentra con al menos siete personas que quieren abordar la unidad sin llevar puesto el tapabocas y en otros casos se lo retiran cuando el camión avanza.
Un caso de este tipo ocurrió la tarde del sábado. Ese día, refirió que en menos de diez minutos al menos a seis personas les hizo una observación con el uso del cubrebocas, porque lo llevaban pero guardado en la bolsa.
“Algunos me dicen ‘ahorita me lo pongo’ y luego no cumplen. Yo creo que no están conscientes de que si ellos están enfermos pueden contagiar al chofer, porque primero tienen contacto con nosotros, cuando nos preguntan por los destinos o nos dan el dinero”.