Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia revoca la absolución dictada por un tribunal de juicio oral y sentencia a más de 16 años de prisión a diez policías estatales involucrados en los hechos que datan de febrero de 2013
Por unanimidad, la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia revocó la absolución dictada por un tribunal de juicio oral y sentenció a más de 16 años de prisión a diez policías estatales que en febrero de 2013 participaron en el presunto atentado contra el exprocurador de Morelos, Rodrigo Dorantes Salgado, en el que murieron tres de sus escoltas.
Al resolver la casación promovida por el agente del Ministerio Público y Xóchitl Kempis, viuda de José Joaquín Díaz, uno de los escoltas del exprocurador abatido la noche de la refriega, la sala determinó que, contrario a lo resuelto por el tribunal de primera instancia, sí hubo la comisión del delito y estableció una autoría indeterminada en el homicidio de tres agentes ministeriales que formaban parte del convoy que custodiaba al exprocurador, y la tentativa de homicidio en contra de tres agentes más y el exfuncionario.
En consecuencia, la sala revocó la absolución y el auto de libertad dictado por el tribunal oral en octubre de 2020, y sentenció a diez años de prisión a los policías estatales Héctor Rodríguez Camacho, César Augusto Palma Vara, José Antonio Salgado Castro, Tizoc Jiménez Carbajal, Julio César Aragón Garcés, Misael Manzanares Antonino, Alfredo Villegas Cisneros y Oscar Hernández Vidal, y fijó el pago de una multa de poco más de 20 mil pesos por el delito de homicidio en agravio de los escoltas José Joaquín Díaz, Rafael Barranco y Héctor Popoca.
Por el delito de tentativa de homicidio en agravio del exprocurador Rodrigo Dorantes Salgado y otros tres escoltas, la sala impuso una pena de seis años y ocho meses de prisión, así como una multa superior a los 13 mil pesos. Por ambos delitos, la pena privativa de la libertad para los diez policías es de casi 17 años. La sentencia todavía puede ser recurrida ante la justicia federal.
La noche del 7 de febrero de 2013, en la avenida 10 de abril de la colonia Granjas de Cuernavaca, ocurrió un enfrentamiento entre policías estatales y escoltas del entonces procurador, Rodrigo Dorantes Salgado.
El saldo fue de tres escoltas abatidos y uno herido. De acuerdo con la versión de los policías estatales, recibieron la orden de C-4 (centro de control) de detener y verificar quienes eran los tripulantes del convoy que parecía sospechoso.
Los escoltas rechazaron parar y gritaron por la ventanilla de uno de los vehículos que eran agentes ministeriales, sin embargo, el C4 insistió en verificar la identidad de éstos, ante la posibilidad de que portaran identificaciones falsas. Entonces sobrevino el enfrentamiento.
La versión sostenida por la defensa de los policías es que ocurrió una confusión ante la negativa de los escoltas de detenerse; sin embargo, la otrora procuraduría -ahora Fiscalía General del Estado- mantiene la versión de que los agentes estatales intentaron privar de la vida al fiscal estatal.
Los diez policías estatales permanecieron privados de su libertad durante casi siete años, debido a un largo litigio en los tribunales locales y federales. En octubre pasado fueron liberados y absueltos por un tribunal de juicio oral, sin embargo, la casación resuelta por la Primera Sala del TSJ ordenó su retorno a prisión, situación que podrá ser combatida ante la justicia federal a través de un juicio de amparo.