“Tengo seis meses trabajando en la plataforma de Rappi, pero desde hace unos dos meses los servicios bajaron mucho. Hay días en que hay un pedido cada hora, cuando antes eran por lo menos tres viajes en una hora”, señaló Osvaldo García.
Desde que la gente empezó a salir a los restaurantes, refirió, el servicio de alimentos para llevar disminuyó hasta en un 40 por ciento, y a la fecha con mucho esfuerzo obtiene entre 350 y 400 pesos diarios, de los cuales 100 son para la gasolina de la motocicleta.
Sin embargo, dijo que los fines de semana la situación mejora, y trabajando desde temprano puede realizar más de 20 pedidos.
A decir del entrevistado, por el momento seguirá como repartidor de comida porque tiene familia que depende de él y, aunque ha buscado otros empleos, no ha encontrado.
“El servicio bajó, pero gracias a Dios hay trabajo. He buscado en otras empresas, pero los salarios son muy bajos y la ventaja de las plataformas es que el horario es flexible y trabajando todo el día se obtienen buenos ingresos, o al menos alcanzan para comer”.
Dijo que empezó laborando en la zona de Jiutepec, pero hace unas semanas se cambió a Cuernavaca porque cada vez hay menos pedidos y más repartidores.
El entrevistado contó que se registró en la plataforma porque cuando llegó la pandemia de covid-19 se terminó su trabajo que tenía en una fábrica.