A Juan la pandemia no le afectó tanto, porque tiene a sus clientes.
“De pequeño quería ser médico o trabajar en la Policía Federal, pero quedé huérfano y por eso no tuve la oportunidad de estudiar, sino yo fuera un profesionista”, expresó Juan, quien labora desde hace 40 años como chofer de taxi.
Sus hermanos, dijo, tampoco estudiaron por falta de dinero y sus tres hijos concluyeron la preparatoria y luego abandonaron la escuela para empezar a trabajar. Uno de ellos emigró a los Estados Unidos.
Aunque no tuvo la oportunidad de estudiar, señaló, le hubiera gustado ser un profesionista y trabajar en una empresa donde su salario sea seguro, porque como chofer de taxi todos los días batalla para encontrar pasaje.
De manera personal -contó- la pandemia de covid-19 no le afectó tanto en su economía, pues tiene a sus clientes, a quienes les ha brindado el servicio de taxi durante años. Incluso, hay quienes le piden llevar aparatos electrónicos a los centros de reparación.
En cuanto a su jornada, explicó que no trabaja después de las diez de la noche, porque es más probable que sea víctima de la delincuencia, como le ocurrió hace diez años en la colonia Azteca del municipio de Temixco.
Ese día dos sujetos le pidieron el servicio de taxi pero antes de llegar a su destino le exigieron que les entregara sus pertenencias, que en ese momento solo eran 60 pesos a la mano y una cajetilla de cigarros.
A decir del entrevistado, por su labor también le ha tocado presenciar accidentes viales e incidentes en los que diversas personas han perdido la vida por ataques a balazos.