Cuando empezó la pandemia sólo reunía 50 pesos al día.
Antonio estudia el bachillerato en el Centro de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (Cetis) en Xochitepec y por la tarde trabaja como checador de rutas en Cuernavaca, porque dijo que con los ingresos económicos de esa actividad solventa gastos de la escuela.
“De aquí sale para la escuela y para la comida, porque mis papás me dan dinero para los pasajes, pero en la escuela tengo que pagar colegiatura, recursamiento de materias y otros materiales, y si hay proyectos es otro gasto”, expresó.
En cuanto termina sus clases -dijo- se traslada a Cuernavaca porque su jornada laboral empieza a la una de la tarde y termina a las ocho de la noche. En este lapso se encarga de checar el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro de trece diferentes organizaciones del transporte público.
Por esta labor que realiza de manera informal -solo recibe propinas- sus ingresos oscilan entre 200 y 250 pesos diarios, pero refirió que en los meses más críticos de la pandemia hubo días en los que con mucho esfuerzo juntó 50 pesos, porque algunos operadores solo le daban un peso.
En la actualidad su situación económica ha mejorado, pues cada día hay más movimiento en las calles.
El entrevistado señaló que le falta un año para concluir sus estudios de nivel medio superior y ha pensado en estudiar robótica, pero en el estado de Querétaro.
De su labor como checador dijo que es fácil porque ya tiene experiencia.