El docente es el último de un grupo de seis maestros morelenses que acuden a realizar estancias académicas y de investigación en la nación nipona por concurso convocado por la embajada de Japón en México, que otorga becas a profesores.
César González estaba a punto de concluir su estadía de un año y seis meses, cuando ocurrió el desastre natural y se desató la emergencia nuclear que aún no termina.
Este viernes acudió al IEBEM a realizar los trámites correspondientes para retomar su plaza, en la cual tenía licencia para estudios, en la secundaria de Zacatepec “Enrique González Aparicio”, donde da clases de Biología.
En entrevista, el profesor explicó que cuando ocurrió el terremoto y el tsunami, él se encontraba en la ciudad de Fukuoka, al sur de la isla, por lo que de momento no sintió los efectos de este fenómeno natural. Sin embargo, más tarde, narró, al ver las noticias “pues eran terribles los hechos, era como estar viendo una película de las que se han estado haciendo muchas, desde que se acercaba el año 2000, sobre el fin del mundo”.
Explicó que también en medio de la tragedia, fue posible aprender de esa cultura porque no obstante lo ocurrido, los japoneses tuvieron un comportamiento admirable: no hubo saqueos; al hablar por teléfono para llamar a sus familiares y decirles que estaban bien, se formaban y permanecían en orden; y los adultos mayores, personas de 70 u 80 años de edad, se inscribían para ayudar a la hora de distribuir los alimentos o las medicinas.
Comentó que de las impresiones más fuertes que aprendió de este desastre, recuerda que los japoneses son ordenados, tienen sentido de responsabilidad y el honor se les inculca desde muy pequeños en su cultura, lo que les ha llevado, aseguró, a recuperarse de situaciones de crisis como ésta.
A decir del docente que fue a la Universidad de Okinawa, la información que se maneja en ese país es controlada de manera diferente pues ahora que llegó a México pudo conocer la dimensión del problema que ahora representa la crisis de radioactividad y de generación de energía en los reactores nucleares.
“Hay sentimientos encontrados; por un lado, estoy muy feliz de estar de nuevo aquí con la familia; pero, por otro, muy triste por lo que están sufriendo allá, porque no hay energía, no hay agua y alimentos para muchas personas, y mucha gente perdió todo. Hay gente que tuvo que regresar a su país y van a quedarse a vivir a Japón, o que ya no podrán volver; porque reconstruir es muy caro y la vida allá es muy costosa… además dejo allá a amigos; porque Japón me ha dado mucho que aprender, y hay muchos amigos que me enseñaron el verdadero significado de la amistad” expresó.
César González dijo que incluso piensa en que podría regresar si existen las posibilidades para continuar con su formación y algunas investigaciones en torno a la enseñanza de la Biología en el sistema educativo japonés.
El maestro se reunió con el secretario de Educación, José Luis Rodríguez Martínez, y el director del IEBEM, Felipe Sedano Reynoso; estuvo acompañado por su madre, la también maestra Paula Beltrán Landa, quien narró que afortunadamente su hijo les llamó de inmediato, pero sintió mucho dolor y lloró al ver las noticias en la televisión por esa tragedia, y se preocupó mucho más por él, y en los días siguientes esperaba cada minuto recibir noticias suyas, orando y pidiendo a Dios que estuviera todo bien, que llegara a México sano y salvo, “agradezco a todas las personas que me acompañaron en oraciones y me decían que él iba a estar bien”.
Expresó su satisfacción y orgullo de que el joven maestro haya logrado su anhelo, haber aprendido muchas cosas que habrá de poner en práctica y aplicar en su centro de trabajo en la secundaria de Zacatepec.