Esteban busca la manera de que rinda su negocio de dulces a granel.
“A mitad de la pandemia no teníamos nada de venta, pero en serio nada. Tuve que tirar muchos dulces porque se hacen feos, sobre todo las gomitas. Cuando espero este año todo se vino arriba, las personas ya van a los mercaditos y empiezan a comprar cosas” aseguró Esteban Emilio Bustos Fernández, quien se dedica a la venta de dulces a granel en los tianguis de las colonias Satélite, y Chapultepec y del poblado de Chamilpa.
El comerciante aseguró que además el precio del dulce está bajando: “también lo que me sorprendió mucho es que el precio del dulce a granel está muy barato, está bajando a comparación de otros meses. No es lo mismo comprar de a poco que de a costales, así te dan otro precio y de a poco sale más caro y a mí me conviene comprarlo por bulto, porque voy a varios mercados a vender”.
El hombre relató que lo más caro para él es el traslado para conseguir su mercancía, porque “yo no compro las cosas aquí porque sale caro. Yo voy hasta México y voy por lo menos dos veces al mes y sí sale caro el viaje, si me voy en mi carro gastó en gasolina y si me voy en camión me cobran de más por las cosas que llevo. En cualquiera de los dos casos me sale caro, pero me conviene ir hasta allá porque hay más variedad de dulces”.
“Yo llegando a mi casa lo primero que hago es pesar mis bolsitas, separo todos los dulces, y los empacó en bolsas pequeñas y lo voy pesando de a 100 gramos para que rinda más y así pueda también dar un precio medio bajo para que lo compren. A veces cuando ya el dulce se quiere pasar hago bolsas más grandecitas y las doy más barato, pero siempre les digo que es para comer en ese día y que ya no lo guarden más tiempo. Prefiero recuperar poco que perder todo” apuntó.
“En los mercaditos a los que voy la gente es muy respetuosa y sí usan el cubrebocas, cosa que no hacían hace unos meses atrás. Ahorita ya se ve que todos entendimos y aparte ya queremos que esto se acabe pues, porque las cosas ya no están para seguir en la misma situación. Además, en cualquier lugar ya se ponen exigentes y piden que usen bien los cubrebocas, hasta los niños pequeños los traen así”, dijo.