Este aumento no fue de gran impacto, prosiguió el líder del sector restaurantero. Por ejemplo, el camarón pacotilla que su precio oscilaba entre 110 y 120 pesos el kilo, durante este temporada subió a 140 pesos, pero los precios de las cartas fueron los mismos.
Asimismo, señaló que el comportamiento de los comensales en cuanto a comer menos carne durante esta temporada, ha perdido tradición, y recordó que a principios del 2000 y hasta el 2004, aproximadamente, el consumo de platillos de mariscos era del 40 al 50 por ciento y ahora está entre el 20 y 25 por ciento ya que la gente “guarda menos la tradición y siguen consumiendo productos cárnicos”.
Por otro lado, destacó que desde ayer domingo, se comenzó a sentir la baja afluencia turística que dejó como saldo para este ramo del comercio y turismo en Morelos un 50 por ciento de más ventas, aunque durante la semana irá a la baja el consumo, del 28 al 32 por ciento.
Y aunque sí se cumplió la expectativa de la afluencia turística y el repunte para la economía de estos negocios en Morelos, Ángel Adame manifestó que todavía falta recuperarse más ya que antes, en 2005 o 2006, las ventas iban del 70 al 90 por ciento más, “de tal manera que todavía nos falta un porcentaje sustancial para volver a tener ese porcentaje de venta que fue mayor al de 2010, cuando las ventas en esta temporada pero del año pasado fueron de entre el 40 y 42 por ciento, y haber llegado al 50 por ciento es un avance significativo en un año”.
Finalmente, señaló que el ajuste que hubo en los precios a las cartas y menús de comida en diferentes restaurantes del estado, no ha sido factor que les haya provocado disminución de ventas, “a la fecha, todo ha estado bien y no hay reporte de sectores o personas afectadas por esta situación”.