Nadxieelii Carranco Lechuga, coordinadora del Comité, aseveró que “mientras funcionarios y funcionarias públicas de los tres poderes de gobierno del Estado hacen desayunos y regalan cubetas u otros enseres domésticos en el día de las madres, las necesidades y derechos de las mujeres que tienen hijos e hijas no están garantizados”.
Refirió que de acuerdo con datos de INEGI en Morelos, más del 78% de las mujeres que son madres no son económicamente activas, lo que significa que no perciben un salario, aun cuando trabajan todos los días.
Su dependencia económica, ya sea de su pareja o de sus padres, las vuelve más vulnerables a vivir violencia doméstica.
Es urgente que el trabajo doméstico que realizan las madres que se quedan en casa, sea reconocido y valorado como una actividad económica que le permita incluso, solicitar prestaciones laborales como un salario, seguro social y vacaciones.
Asimismo, expuso que no se puede “dejar pasar el problema de salud pública al que nos enfrentamos cuando niñas menores de 18 años se convierten en madres, producto de la violencia o la falta de información y de acceso a métodos anticonceptivos.
Ser madres en la adolescencia les limita la realización de su proyecto de vida, genera riesgos en la niña y el producto, y les provoca afectaciones sociales y psicológicas.
Por esta razón, “es urgente que las políticas públicas y la legislación de Morelos no sólo garantice becas económicas o guarderías”.
“Es inaplazable que el estado, garantice derechos que permitan que en caso de ser madres, nuestra vida y la de nuestros hijos e hijas sea digna, segura, equitativa, pero que también quien decida no serlo tenga la posibilidad de hacerlo sin ser criminalizada, perseguida e incluso sin perder la vida”, concluyó.