El sentido común nos dice que si un gobierno quiere recaudar más dinero para gastar en servicios públicos, debe subir los impuestos. Así mismo, bajar los impuestos parece implicar un recorte de estos servicios. Sin embargo, algunos economistas nos explican que no siempre es así, y que bajar las contribuciones legales puede suponer una recaudación mayor. En México, la Tasa Total de Impuestos y Contribuciones es mayor que el promedio mundial, esto quiere decir que el mexicano paga una cantidad relativamente más alta a Hacienda que muchos otros países y esto puede generar una enorme tasa de empleo informal y de evasión fiscal.

El argumento recaudatorio para rebajar los impuestos se debe al economista Arthur Laffer, que razonaba así: si el gobierno no cobra, no recauda; si cobra cuotas del 100% tampoco recauda, ya que nadie trabajaría; pero incluso por debajo de ese porcentaje los impuestos elevados desincentivan a la gente para trabajar. Esta reducción de las horas de trabajo pesa más que los impuestos altos, y resulta en una disminución de la recaudación. Si los impuestos de los más ricos son muy altos, también podría disminuir la recaudación, porque se van del país o depositan su dinero en paraísos fiscales.

El argumento de Laffer es que, partiendo de unos impuestos elevados, su reducción, junto con otras políticas destinadas a reforzar la parte de la oferta, puede mejorar la eficiencia económica y mejorar la recaudación.

¿Crees que podría aplicarse la teoría de Laffer en un país como México?