Hoy en el día de la prevención del suicidio, la mayoría de adolescentes están pregonando la importancia de expresar “lo que sentimos”, esto se está normalizando como parte del fomento de la salud mental, lo cual es beneficioso para ambas partes dentro de una relación de familia, amistosa o sentimental.
Pero entonces ¿por qué a la mayoría de personas les molesta cuándo expresamos lo que sentimos? No me malentiendan. No todos pero sí la mayoría decide criticar, señalar, ridiculizar, minimizar, etc. Si ellos son los primeros que exigen sinceridad, ¿por qué se molestan? El sentir de una persona es válido aunque, haciendo una autocrítica rápida, no todos están listos para expresarlo o para recibir sentimientos ajenos.
No estoy exigiendo que sean recíprocos o que tengan que ser aceptados, pero ¿por qué minimizarlos?
Si me defino como alguien que defiende la expresión de otros… ¿por qué la estoy limitando cuando no me conviene a mí?
Reflexionemos en torno al asunto y seamos más empáticos y congruentes entre lo que decimos y lo que hacemos. Las palabras y los mensajes hieren y podrían hacer pasar mal a una persona. Sean responsables afectivamente y comuniquen todo. Pongan límites siempre y cuando crean necesario hacerlo, expresen cómo se sienten y jamás permitan que los lastimen sólo por temor a “perder” a esa persona. Eres y serás muy valioso para sufrir por la poca empatía de otros.