El pan sí lo entrega todos los días.

“Solo vendo los buñuelos en algunas ocasiones, por ejemplo, el día de muertos, navidad y el día del amor y la amistad, porque en otros días no vendo nada”, explicó David Juárez, productor de pan casero en la colonia Flores Magón de Cuernavaca.

El entrevistado narró que solo el pan se vende diario, porque “la gente come todos los días el pan, los postres como el buñuelo casi no los compran y menos si no es día festivo. Le voy variando, a veces hacemos empanadas, otros días pastelitos y así, para que la gente no se aburra”.

El panadero mencionó que solo trabaja por pedido, porque “yo no tengo una tienda física. Hago el pan en mi casa y las personas que ya me conocen me encargan el pan que quieran o los diferentes postres que luego hacemos. Es que si hago mucho pan para vender, se me queda”.

“Me gusta la repostería y mi mamá me enseñó a hacer pan, pasteles y algunos postres, pero esto lo hago por gusto. En las mañanas tengo mi trabajo normal y en las tardes ya me dedico a hacer el pan”, apuntó.

“No es difícil para los que tenemos experiencia, pero lo malo es que todo está caro y cada vez sube más de precio. Hay que ponerle ingredientes de calidad a todo, porque luego la gente es exigente y se queja del sabor”, explicó.

Preguntado al respecto, el entrevistado dijo que la competencia le impide abrir su propia panadería: “yo quisiera tener un local propio y poner mis hornos y vender el pan, pero aquí hay mucha competencia e implicaría que me quedé en la panadería todo el día y meterme de lleno a esto”.