Reconoce que es cansado porque diariamente dedican hasta 16 horas al volante.
Melchor Hernández Ocampo reconoce que ser operador del transporte público es cansado y estresante porque diariamente trabajan hasta 16 horas. Sin embargo, su consuelo es que sus ingresos son superiores a los que podría obtener en otro trabajo.
Aunque desde que era adolescente aprendió a conducir camiones, por varios años se dedicó al comercio y solo hasta hace unos seis años retomó su actividad en el transporte público, para obtener más dinero.
Comentó que cuando tenía 15 años de edad acompañaba a un operador de la Ruta 19 a quien le ayudaba a cobrar el pasaje y así poco a poco aprendió a conducir.
“Hace muchos años le ayudaba a un chofer, me encargaba de cobrar y cuando íbamos a la gasolinera me decía ‘llévate el carro para que vayas aprendiendo’ y así aprendí, y cuando me aventé a manejar solo fue porque ya estaba preparado”.
En la actualidad, Melchor maneja una combi del transporte colectivo y refiere que si bien, es estresante por las largas jornadas, por lo menos diariamente llega a su casa con dinero en su bolsa.
De acuerdo con el trabajador del volante, su labor es cansada porque tiene que lidiar con algunos pasajeros que van de mal humor y con el tráfico que ocasionan las manifestaciones.
“La ventaja es que aquí se gana un poquito más, a diferencia de los demás trabajos, pero es más cansado. Antes me dedicaba a vender calzado, pero tuve que buscar otra opción de trabajo para llevar más dinero a la casa y como chofer de repente me va bien”.