Esta enfermedad, de origen inmunológico, es frecuente en la población en general, aunque con mayor prevalencia en niños y adultos jóvenes -de 5 a 20 años- y también se puede asociar con irritación en la piel causada por poliéster y exposición al sol.
Ante este panorama, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con médicos especialistas e infraestructura para realizar diagnósticos oportunos y brindar terapia en las Unidades de Medicina Familiar (UMF), que se complementan con pruebas de inmunología y alergia, cuyos resultados permiten conocer las causas que condicionan la alergia.
El médico otorrinolaringólogo Juan Rosas Peña, jefe de Consulta Externa del Hospital General Regional (HGR) número 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”, dijo que la rinitis alérgica se caracteriza por inflamación de las vías respiratorias, que agrava padecimientos bronquiales y de asma.
El paciente, añadió, refiere síntomas de picor nasal, estornudos, rinorrea (secreción nasal), taponamiento y, en ocasiones, disminución del sentido del olfato. Además, malestar general, dolor de cabeza, alteraciones del sueño, dificultad para la práctica deportiva y relaciones sociales, así como comezón en nariz, ojos, oídos y faringe, aunque no se trata de una enfermedad fatal.
El especialista del IMSS comentó que el origen de la rinitis alérgica radica en varios factores, entre ellos, la carga genética, que al igual que el asma y la dermatitis atópica, tiene un fuerte componente hereditario, casi siempre relacionado con familiares cercanos que tienen la misma enfermedad o con alergias similares.
Agregó que este mal también puede presentarse por intolerancia a algunos alimentos: proteína de la leche, yema de huevo; algunas frutas como fresa, manzana y durazno, entre otros, que desencadenan inflamación.
Para evitar problemas de exacerbación de alergias, el especialista recomendó mantener las casas bien ventiladas e iluminadas con el sol y limpiar con trapo húmedo, a veces incluso con cloro, porque al barrer o sacudir se pueden incrementar las molestias del enfermo.
Finalmente, el jefe de Consulta Externa de Otorrinolaringología del HGR número 1 reiteró que ante cualquier situación que genere insuficiencia respiratoria, caracterizada por sibilancias (emitir sonido parecido a chiflar cuando se habla), incremento de la tos o dificultad respiratoria (disnea), se debe acudir a la UMF o al servicio de Urgencias de los hospitales del IMSS.